Cuando me dice Aiden que tiene que contarme algo con referente al club donde yo trabajaba puedo sentir como mi corazón se detenía por unos segundos y mi pulso se aceleraba.
Ya la palabra club me causaba terror, porque se me venía a la cabeza de nuevo por todo lo que pase allí dentro y lo que termino por rematarme que fue la tercera violación de mi jefe porque si, no fue la primera, pero fue la peor de todas, mi mente colapso por completo y todo lo que tenía que ver con eso me causaba un terror terrible a tal punto de que no sabía dónde me metería.
Le miro con miedo de lo que me valla a decir y más cuando su gesto en su rostro cambia por completo.
-¿Qué me tienes que contar? - le pregunto para que arrancara de una vez.
-Estos días que has estado inconsciente descansando yo... - suelta un suspiro. - Tome una decisión que sabía que igualmente tendría sus consecuencias, pero no podía quedarme con los brazos cruzados esperando a que más chicas pasaran por lo mismo que tú o que él te encontrara en algún momento y acabara contigo... - entre abro mis labios sintiendo como mi respiración se atasca.
-Aiden - le digo seria. - ¿Qué has hecho? - agacha su cabeza por unos segundos para después volver a coger mi mano y mirarme.
-Me metí en él negocio que tiene tu jefe como tapadera del club - abro mis ojos de sobremanera cuando lo escucho.
-¿¡QUE HICISTE QUE!? - sin poder controlar mis emociones mi voz se alza y aparto mi mano de la suya. - ¡Pero es que acaso no sabes en lo que te metiste! ¡Es peligroso Aiden! ¡Son gente peligrosa que te podrían matar si saben por donde quieres ir! - él me mira apenado.
-Lo se Evelyn - me contesta. - Créeme que lo sé perfectamente pero no tenía otra forma de acercarme a tu jefe, así que me tuve que hacer socio de él en tiempo récor ganándome su confianza porque al parecer cayo - niego con mi cabeza comenzando a llorar llevando ambas manos a mi rostro.
-No puede ser, no, esto no está pasando - me digo a mí misma en voz alta.
Siento como Aiden se levanta acercándose a mi posando ambas manos en mis muñecas.
-Evelyn por favor tienes que entenderme no podía quedarme con los brazos cruzados con lo que te hizo se merece pagar y sabemos los dos que la justicia no va a hacer que pague lo que hizo como de lo merece si eso llegan a juzgarle porque en casi todos los casos no pasa - aparta mis manos de mi rostro. - No llores vamos te juro que, aunque sea lo último que haga ese maldito hijo de puta va a sufrir le tengo comiendo de mi mano tienes que creer en mí - giro mi rostro apartando su mano de mi rostro.
-No es eso Aiden - muerdo mi labio mientras más lagrimas se deslizaban por mis mejillas. - Te jodiste la vida metiéndote ahí, si te sale mal lo que intentas hacer acabaras muerto, es justo lo que yo no quería, pero te dio igual y lo hiciste - le digo sin mirarle a los ojos.
Escucho un suspiro de su parte.
-Ya tenía mi vida jodida desde hace mucho tiempo Evelny - se vuelve a sentar en la silla de antes. - Esto es parte de mi vida no es nada nuevo para mí, llevo vendiendo droga muchos años - dice algo más en bajo. - Que trabaje esta vez con más gente y cargue camiones llenos de droga siendo mucho más de lo que vendo en un día no cambia nada, sigue siendo él mismo trabajo solo que con más gente, ¿lo entiendes? Se él peligro que conlleva todo eso y donde puedo acabar si todo se jode - le miro de nuevo con mis ojos llorosos. - Pero... ¿Sabes qué? Que me da igual todo Evelyn no tengo nada que perder... - niego despacio con mi cabeza cuando le escucho decir lo último.
-No es cierto... - le digo. - ¿Y tu hermana? - aparto mis lágrimas.
-Ella está en un buen sitio, donde le dan educación, comida y una cama caliente donde dormir, si necesitaba él amor de su hermano siempre pero no es la primera vez que me tengo que separar de ella por eso te digo que no tengo nada que perder - voy a contestarle, pero él me corta. - Y voy a llegar hasta el final con todo esto, en el momento justo que tenga le dejare sin nada, sin sus hombres sin su negocio no le quedara nada y luego... - se calla. - Ira al infierno que es donde debería estar - las cosas solo se complicaban más.
-No sé qué voy a hacer Aiden - dejo caer mis manos, rendida. - No puedo volver ir allí a trabajar y tampoco puedo trabajar por ahora estando en él hospital que eso es otra cosa, ¿Cómo voy a pagar la factura que me den él día que tenga que salir por la puerta? Y encima tú te metes en líos por mi culpa - él niega con su cabeza.
-No es tu culpa, yo me metí porque quise es una decisión que tomé y por lo demás no te preocupes - frunzo mi ceño.
-No, te negué el otro dinero ya sé lo que vas a decirme - le dejo en claro.
-Evelyn por dios acepta mi ayuda por una vez en tu vida, déjame compensarte por haberme comportado como un capullo en varias ocasiones contigo - le miro a sus ojos.
-Ya me dejaste estar en tu casa Aiden, no quiero abusar de nadie ni tampoco quiero dejar deber a nadie - le digo sincera.
-¿Podrías dejar tu orgullo de mujer por una vez en tu vida y dejar que te ayuden? - me salta algo molesto. - Lo se Evelyn, lo sé todo - frunzo mi ceño.
-¿Qué sabes qué? - le pregunto sin entender.
-Que sé que estás sola, no tienes familia y no eres la única yo tampoco solo me queda a Noa, aunque no seamos hermanos de sangre - me hago la pregunta en mi cabeza, pero parece que él con mi gesto lo sabe mi duda. - Me lo dijo tu medico cuando llegaste aquí después de que te atendieran - bueno no sabía que tenía familia, pero no sabía que paso y eso por ahora me lo pensaba guardar.
-Bueno eso es una historia que... - me corta Aiden.
-Tranquila no tienes que contarla, tengo que decirte otra cosa - le miro atenta cuando veo como mira de reojo.
Miro en la dirección donde miro que es cerca de la puerta, pero no había nada.
-¿Qué? - le pregunto.
-Alguien ha venido a verte... - le miro aún más extrañada.
Pero mi duda se va cuando Aiden dice.
-¡Ya puedes pasar! - alza un poco su voz para que le escucharan.
Mi cara de sorpresa se queda corta cuando la veo entrar por la puerta con una gran sonrisa en su rostro viniendo como loca a mí dándome un gran abrazo.
-¡Evelyn! Dios mío que feliz estoy de verte que ya estás despierta - suelto un quejido.
-Me la vas a matar... - se ríe Aiden separándola un poco de mí.
-Lo siento - se disculpa. - No controlo las emociones a veces - besa mi mejilla.
Mi mejor amiga Gisele la del club vino a verme.
-¿Cómo sabías que estaba ingresada en el hospital? - la pregunto.
Ella mira a Aiden para luego mirarme a mí.
Miro a Aiden pensando que aquí estaba pasando algo que se me escapaba.
Ella se sonroja un poco volviendo a mirar a Aiden y no entendía él por qué.
-Yo le dije lo que paso, donde te encontré, ella me ha ayudado con lo del tema de tu jefe - baja de nuevo un poco su voz.
-Gisele - la medio regaño.
-Lo siento Evelyn al principio me negué, pero luego lo pensé mejor y decidí ayudarlo estoy cansada como todas las que estamos en él club, cansada de que nos traten como la mierda y nos maten como si no fuéramos nada - me explica. - No te enfades conmigo, ¿sí? Ahora tienes que recuperarte eso es lo más importante y luego veremos - suelto un suspiro.
-Me imagino que sigues yendo al club, ¿no? - ella asiente con su cabeza.
-No me queda de otra, como sabes él jefe nos tiene a todas amenazadas y todavía necesito él dinero llevo mucho tiempo ahorrando para ayudar con la situación que tengo en mi familia, tengo que sacrificarme por ellos hasta en el último momento - la entendía porque estábamos casi igual solo que yo ya no trabajaba allí. - ¿Cuánto tiempo vas a estar ingresada? - me pregunta.
-Pues no lo sé exactamente no me pusieron una fecha por ahora, así que supongo que estaré unos días más - no la doy muchos detalles.
-Menos mal que te encontró Aiden si no hubiera pasado lo peor, él se ha portado muy bien - me sonríe. - No te ha dejado sola en ningún momento - lo mismo que dijo el médico.
Miro a Aiden de nuevo viendo que él me estaba mirando fijamente.
¿Por qué Aiden?
¿Por qué te estas jugando la vida de esa manera por mí?...