Capítulo 22

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La amiga de Evelyn me demostró con lo poco que hablo él miedo que tenían a su jefe.

-Para llegar hasta a él necesito ayuda, tú te conoces mejor este lugar que nadie ya que trabajas - la digo sincero intentando convencerla. - ¿Quieres que más chicas sigan muriendo a manos de ese hombre? Estoy seguro que más de una eran amigas tuyas, podemos acabar con este sitio - ella niega con su cabeza rápido.

-Nadie puede acabar con este sitio, él jefe cada día que pasa tiene más poder, no quiero que más chicas mueran, pero no puedo hacer nada porque yo también saldría perjudicada, además si cierran este sitio... - hace una pequeña pausa levantando su mirada mirándome a los ojos. - No tendría trabajo y muchas estamos aquí porque no nos queda más remedio - la podía más el miedo que otra cosa y la entendía.

-Te doy mi número acuérdate de él llámame si cambias de opinión - le digo para después comenzar a decirle mi número.

Ella asiente con su cabeza, va a responderme, pero nos vemos interrumpidos cuando uno de los seguratas se acerca a nosotros.

-Tú - me dice serio con esa prepotencia chulesca. - Si no vas a pagar para follártela te puedes largar - endurezco mi mandíbula dándome ganas de soltarle un puñetazo o más bien más de uno hasta dejarlo seco, esas ansias de volver a pegar cada vez podían más conmigo.

-Está bien - es lo único que digo para después comenzar a alejarme, no sin antes darla una última mirada recibiendo la suya hasta que es arrastrada lejos por él chulito.

Con eso salgo del club sintiendo la mirada del otro que estaba vigilando quien entraba y quien salía.

Miro a un lado y al otro pendiente, no me fiaba de nadie ni si quiera de mi propia sombra.

No podía levantar ni la mínima sospecha de que estaba detrás de la huida de Evelyn y menos que planeaba acabar con este maldito lugar que solo explotaba a las mujeres.

Era un tío, ¿y qué? No todos somos iguales, no a todos nos tienen que molar estos sitios.

Él que siempre iba a estos sitios luego acababa muy mal con él tiempo porque terminaba metiéndose en líos y luego estaba los matones de turno que acababan con esa persona y se deshacían de él, como esos hay muchos casos sin resolver.

Cuando estuve cumpliendo condena había uno que trabajo para clubs así y acabo en la cárcel por esa misma razón le pillaron intentando deshacerse de uno que se había querido ir de listo con su jefe.

La violencia era parte de nuestro día a día todo lo que nos rodeaba era violencia, él humano es lo peor y mira que soy uno de ellos, pero pienso que somos los mismos enemigos que estamos para destruir todo lo que hay a nuestro alrededor como estamos haciendo con él planeta entero.

Camino por un rato hasta llegar al almacén, empujo la puerta pesada entrando para después bajar las escaleras hasta llegar al cuarto.

Cuando abro la puerta me detengo al ver la cama vacía sin rastro de Evelyn.

-¿Evelyn? - la llamo acercándome a la puerta del baño abriéndola encontrándome con que no había nadie.

Miro a mi alrededor dándome cuenta que la cartera que se trajo con toda su ropa no estaba.

Mi vista se detiene en la mesa redonda viendo un folio con un boli encima, me acerco apartando él boli cogiendo él folio comenzando a leer lo que había escrito en él.

Carta De Evelyn para Aiden:

Aiden gracias una vez más por haberme ayudado cuando nadie lo ha hecho, nunca pensé que llegaría alguien a defenderme porque deje de creer en él humano, pero tú lo hiciste y sé que te debo mi vida por ello.

Perdido Entre Tus CurvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora