Capítulo 9

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Apartó su pelo para poder curarla mejor, revisó sus manos viendo que tenía aún rajas de los cristales, paso él algodón por sus manos para que la cicatrizara más rápido.

Miro sus brazos por sí tenía alguna herida pero no tenía nada solo algunos pequeños moratones.

¿Cómo se los abra hecho?

Me remuevo observando sus pies, le quito los tacones viendo que tenía las rajas mal curadas algunas podrían no curarse bien.

Tiro el algodón cogiendo más, echo alcohol pasándolo despacio por su pie viendo que sus tobillos estaban algo hinchados tal vez por los tacones.

Cuando término con el pie voy con el otro teniendo algunas rajas cicatrizando y otras no, se lo limpio curándoselo.

- Eres todo un desastre... - la digo aunque no me este escuchando.

Estaba llena de rasguños y moretones también por sus piernas.

Frunzo mi ceño cuando mi mirada se desvía a un punto cerca de sus muslos teniendo su vestido un poco subido dejándome ver moretones que se notaban más y que eran grandes.

Subo un poco más su vestido fijándome en marcas de lo que parecía...

¿Dedos?

Quito rápido mi vista de ese punto cuando siento como ella se remueve comenzando a despertarse.

Me separó un poco dándola espacio cuando empieza a abrir sus ojos poco a poco.

Cuando los termina de abrir mira a su alrededor confundida.

Se alza encontrándose con mí mirada asustándose echándose un poco hacía atrás.

- Como... - empieza a decir confundida. - ¿Qué hago aquí? - me pregunta.

- Antes que nada no estas secuestrada - le digo con diversión sabiendo que se pondría como una loca. - Te encontré tirada en él suelo, la pregunta aquí es... - la observo. -¿Que te ha pasado? No tienes un mejor aspecto - parecía que había visto un fantasma.

- Gracias por ¿socorrerme? Pero ya estoy bien, me voy a mí casa - se va a levantar pero rápido tengo que reaccionar cogiéndola por la cintura cuando la da un ligero mareo.

Caigo encima de ella, me mira aturdida cuando veo la cercanía me separó.

- No, no estás bien - le digo serio viendo que algo la pasaba. - Puedo ser un cabrón no te lo niego pero no voy a dejar que te vallas sola por la calle para que te vuelvas a desmayar y alguien... - me callo por unos segundos. - Te haga lo que sea contigo... - término por decirle.

- Estoy bien - no, no lo estaba.

Me levanto cogiendo él espejo que tenía poniéndoselo delante para que se pudiera ver.

- Pareces un puto vampiro de lo blanca que estás - le digo en claro. -¿Tienes azúcar acaso y no te tomaste la medicación? - le preguntó.

- No tengo azúcar solo que... - agacha un poco su mirada. - Nada déjalo a nadie le importa - frunzo mí ceño.

Entonces me acuerdo del idiota que estuve apuntó de canear dándole la paliza de su vida.

- ¿Quién es el idiota que estaba quitándote él dinero? Por lo que vi lo ha hecho más veces - ella se pone rápido en alerta.

- ¡ME HA QUITADO ÉL DINERO! - dice en un grito. - ¡Tengo que irme, es lo único que tengo! - se baja rápido de la cama dispuesta a irse pero la detengo.

- Oye tranquila no consiguió quitártelo - le digo rápido.

- No tienes ni idea es muy peligroso se va a llevar todo lo que tenga aunque sea viejo para venderlo - intenta zafarse.

- Evelyn - la intento calmar viendo que empieza a hiperventilar.

- ¡TÚ NO LO ENTIENDES! ¡SUELTAME! -e clava sus uñas en mi brazo pero aún así no la suelto.

- No puedo entenderte si no me dices quien es, tranquila mira - con mi mano libre saco los billetes enseñándoselo. - Aquí está tú dinero - se lo doy viendo como se calma rápido.

Veo como sus ojos de humedecen mordiendo su labio fuerte.

- Gracias... - me dice bajando su voz. - Por no permitir que se lo llevará - vuelve a decirme.

- ¿Quién es? - quería saberlo lo admito tenía curiosidad.

- El que me deja vivir en ese sitio si se puede llamar casa... - suelta un suspiro agotador.

- La verdad que no se puede llamar casa todo está... - me corta antes de que siga.

- Lo se, no hace falta que me restriegues más en la mierda que vivo - me contesta algo molesta.

- No te lo estoy restregando solo digo que no son formas de vivir ese tío es un aprovechado un poco más y acabamos mal - ella rápido me mira.

- ¿Qué? No te puedes meter en problemas con él me va a echar y hay entonces no tendré donde dormir y además es peligroso si te metes con él tendrás muchos problemas y no precisamente serán pequeños - suelta otro suspiro sentándose en la cama.

- ¿El te ha hecho eso verdad? - con lo poco que me había dicho estaba empezando a sospechar lo peor.

Ella levanta su cabeza mirándome mordiendo de nuevo su labio.

Sus ojos lo gritaban no hacía falta palabras...

- Los moratones salen porque salen - suelto una risa facilona pareciéndome su respuesta idiota.

- A mi no me engañas - le dejó en claro.

- Entonces no preguntes - paso mí mano por mí rostro.

Bien...

- Dime porque te desmayaste te golpeaste en la cabeza - no iba a parar hasta que no me lo dijera.

- Por no comer lo suficiente supongo - ahora entendía porque estaba tan flaca y pesaba tan poco.

Me apartó de ella acercándome a la nevera abriéndola sacando comida lo dejó en la mesa.

- No te vas a ir de aquí hasta que no comas algo no voy a sentirme culpable porque te valla a pasar algo por no tener nada en él cuerpo - le digo serio.

- No es necesario que me des comida puedo comprar...

¡PERO QUE CHICA MÁS CABEZONA!



Narra Evelyn:

Me había despertado en aquella nave en la misma habitación en la que salí cabreada por él idiota.

Y ahora resulta que ese mismo idiota que baile hace poco me ha salvado.

Y no conforme con eso me estaba haciendo un interrogatorio consiguiendo lo que quería saber.

Él era inteligente no hacía falta decirle mucho.

Ahora me daba comida y no me dejaba irme hasta que no lo comiera.

Me acerque a la mesa sentándome en la silla comenzando a comer el fiambre.


Lo miro de reojo viendo como me estaba mirando.

- Si me miras me siento incómoda - le digo.

Entonces el se sale cerrando la puerta dejándome sola.

Siento como mí estomago deja de doler, cojo él pan que dejó comiendo más rápido sintiendo que esto era un manjar.

Cierro mis ojos disfrutando del sabor ya que hacia mucho que no comía embutido y más jamón serrano ya que era caro.

Me hago un pequeño bocadillo comiendo más rápido ansiosa.

Al cabo de unos minutos me había comido el bocadillo.

Parecía un chute de energía porque me sentía mejor al no dolerme él estómago.

Me levanto después de recoger todo y lo poco que quedaba de jamón meterlo en la nevera.

Abro la puerta encontrándomelo apoyado en la pared con sus brazos cruzados.

- Gracias por todo pero tengo que irme ya no puedo dejar mucho tiempo a solas el garaje - le digo dejando atrás mí mal genio con él.

Me meto dentro de nuevo cogiendo mis tacones volviendo a salir rápido.

Esta vez había luces así que podía ver perfectamente, subo las escaleras saliendo a la calle.

Me apoyo en la pared poniéndome los tacones para comenzar a caminar deprisa.

En mitad del camino me doy la vuelta sintiendo esa sensación de que estaba siendo perseguida.

Niego con mí cabeza al no ver a nadie, seguro que era mí cabeza que me quería pasar una mala jugada.

Camino más a punto de llegar a él garaje dándome la vuelta rápido cuando escucho algo.

Suelto un suspiro cuando veo que era un gato callejero.

Término llegando levantando la puerta de metal.

Entró viendo las llaves encima de la mesa, suelto un suspiro caminando hasta la mesa para cogerlas y cerrar la puerta.

Cuando estoy apuntó de cogerlas siento un tirón en mí pelo.

- ¡AAAAHHH! - grito de dolor.

- ¡ZORRA ASQUEROSA! - como puedo me doy la vuelta viendo al mismo tío que me quita el dinero.

- ¡SUELTAME! ¡ME HACES DAÑO! - gritó.

Suelto otro quejido de dolor cuando me empuja con fuerza tirándome al suelo sintiendo como mis rodillas se rozan contra el suelo.

- ¡AHORA TE BUSCATE UN CHULO! - grita tirándose encima de mí.

Suelto otro grito cuando me suelta un guantazo.

Un oído comienza a pitarme viendo puntos negros dejándome aturdida.

Consigo arañarle la cara cuando comienzo a pelear con él aunque este aturdida.

- ¡Donde te lo dejaste! ¡AHORA QUE! - me grita haciendo presión comenzando a inmovilizarme.

- POR FAVOR PARA - grito arañando de nuevo su cara cuando lleva una de sus manos a mí vestido levantándolo.

- ¡VOY A ENSEÑARTE A TI Y A ÉL LO QUE ES ÉL RESPETO HACÍA A MÍ! - me suelta otra bofetada inmovilizándome cuando atrapa mí muñeca.

- ¡NOOOOOO!

Perdido Entre Tus CurvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora