Capítulo 12

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Estaba completamente empapada por su culpa, sentía como mí ropa interior se pegaba más a mí cuerpo como él vestido.

Me quito despacio la chaqueta dejándola en la silla sintiendo su mirada.

Cuando le miro veo como me observa cada movimiento, solo me quité la chaqueta pero parece que él nunca se pensó que lo haría porque veo en su rostro ¿sorpresa?

No entendía porque me miraba así, tampoco podría saber con seguridad lo que estaba pensando.

Aprovechó que estaba como embobado para coger una jarra que tenía llenándola lo más rápido posible echándosela encima acabando igual de empapado que yo o más aún.

Él entre abre sus labios cuando siente el agua fría empapar todo su cuerpo, hasta la melena de su pelo tapaba un poco sus ojos teniendo que poner su pelo mojado aún lado viéndose sexy.

Era atractivo no iba a negarlo ni mentir así que cualquier cosa que hiciera se veía sexy.

Me sorprendo cuando me coge sin esperármelo por la cintura sintiendo algo blando contra mí espalda sabiendo al instante que era él colchón.

Comienza a hacerme cosquillas y por mala suerte yo tenía cosquillas en mí abdomen.

Comienzo a reírme como hacía mucho no lo hacía cuando siento las cosquillas retorciéndome en la cama.

- ¡PARA PORFAVOR COSQUILLAS NO! - le medio grito.

Pero él sigue sin parar consiguiendo que empezarán a deslizarse lágrimas por mis mejillas de la risa.

- Nadie queda por encima de mí y menos tú, ríndete promete que no me tiraras más agua y parare - me dice mientras sigue haciéndome cosquillas.

Lo que él no sabía es que yo no me rendía con nada aunque fueran duros los palos con que me dieran, así que en este caso tampoco me rendiría.

- ¡NI HABLAR! - le contestó.

Él aumenta más sus cosquillas sintiendo como comenzaba a dolerme mí abdomen de tanto reírme.

- ¡ESTA BIEN! - le grito sin poder aguantar más. - ¡NO TE VOLVERÉ A TIRAR MÁS AGUA! ¡DETENTE! - entonces dos segundos después dejó de sentir sus manos.

Le observo viendo como él también me observa detenidamente.

Nos quedamos así mirándonos fijamente por unos segundos sin decirnos nada, hasta que él suelta un carraspeo apartándose.

- Tenemos que quitarnos esta ropa, si no quieres ponerte mala y coger un gran constipado claro... - me dice mirándonos a ambos como estábamos.

Me remuevo en la cama hasta quedarme al extremo llevando mí mano a los tacones quitándomelos.

Veo como sus ojos me escanean cuando me los quito dejando los tacones aún lado.

Lo miro cuando lleva sus manos a su camiseta quitándosela por encima de su cabeza tirándola donde tenía la ropa sucia.

Mis ojos se desvían de su rostro a su pecho bajando hasta su abdomen viendo que lo tenía bien marcado.

No puedo evitar no mirarlo es como cuando una luciérnaga iba directa a la luz, así me sentía yo, no podía despegar mí mirada de su abdomen por más que quisiera.

Cuando escucho él ruido de sus zapatillas caer al suelo es como si despertara.

Niego con mí cabeza rápido viendo donde había dejado las zapatillas.

Me levanto de la cama llevando mí mano casi a mi rodilla para levantarme él vestido pero recuerdo que no estoy sola y él estaba delante.

- ¿Podrías darte la vuelta? - le preguntó llamando su atención.

Perdido Entre Tus CurvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora