Inukyo Month

XIX

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𝕯í𝖆 19
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━━━━━━"Disfraces sexys"━━━━━━
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Au.Moderno

Halloween

Una fecha esperada por muchos.

Los niños corrían de un lado a otro, de casa en casa pidiendo dulces presumiendo sus disfraces hechos a mano o comprados, detrás de ellos iban sus padres cuidandolos, pero no solo los niños se divertían en esa noche, adolescentes y algunos adultos también se divertían.

Y eso es algo que sucedía en este instante.

Se encontraba en una fiesta en casa de Miroku, quien iba de aquí y allá alabando los disfraces de las chicas así como también tratar de manosearlas. Suspiro mirando como Miroku era golpeado por décima vez en la noche, sin duda su amigo era masoquista por qué no se detenía a pesar de ser casi molido a golpes. Con aburrimiento se dirigió al piso de arriba con el fin de salir al balcón y fumar un cigarrillo, a pesar de que su mejor amigo le dijera que se divirtiera y encontrará a una chica con la cuál pasar un polvo, Inuyasha negó pues la verdad no le apetecía para nada. Al llegar al segundo piso se encontró con menos personas que el piso de abajo, seguro era personas que no eran muy sociables o que les gustará el ruido, lo cual hacía que Inuyasha entonces para que habían ido a la fiesta en primer lugar, aunque tal vez hubieran sido obligados como él. Al llegar al balcón se encontró con una chica de larga cabellera oscura con un vestido rojo y un gran sombrero del mismo color, estaba de espaldas a él por lo que no había visto su rostro, pero restándole importancia entro al balcón y encendió un cigarrillo para darle una calada y soltar el humo.

Así estuvieron por unos minutos, cada uno en su mundo sin prestarle atención a su alrededor.

Eso hasta el aire voló el sombrero dándole de lleno en la casa a Inuyasha.

— Oh por Dios! Lo lamento!..

— No pasa nada, fue el aire.... — pronunció recogiendo el sombrero para entregárselo a su dueña.

Pero al hacerlo sintió que le faltaba el aire, aquella chica era sumamente hermosa, tenía unos lindo ojos color miel, unos labios carnosos y rojo como una cereza y su cabello estaba recortado en forma recta en su frente y con dos mechones a cada lado de su rostro que enmarcaban perfectamente su delicado rostro.

— Estás bien? — preguntó al ver que el chico se había quedado paralizado.

— Q-Que?.... Ah sí! Perdona.... — pronunció rascando su nuca con nerviosismo mientras tiraba el cigarrillo y lo apagaba con su pie.

— No te preocupes....

— Lindo disfraz por cierto.... — comentó no queriendo dejar morir la conversación.

Esa chica le había atraído, ni loco dejaría pasar una oportunidad como esa.

— Enserio tu lo crees?... Según esto es el concepto de disfraces sexys de mi amiga pero yo no estoy muy segura... — menciono riendo levemente.

Aquella risa a los oídos de Inuyasha fue como el canto de los angeles.

— Lo digo enserio, te queda bien... — dijo — además déjame confesarte que en realidad tu haces ver sexy el disfraz.... — pronunció guiñándole un ojo.

— jajajaja por Dios que dices!... — exclamó avergonzada sintiendo sus mejillas calentarse.

— Solo la verdad jajaja... Soy Inuyasha por cierto...  — se presentó inclinando ligeramente su cuerpo ante la bella dama que tenía en frente.

— Kikyo, un gusto conocerte Inuyasha....

Al escuchar salir su nombre de aquellos belfos rosados, sentía que podía morir de felicidad en ese mismo instante.

— Te gustaría ir por un trago Kikyo?...

— Claro me encantaría...

Eso solo seria el comienzo de una bella historia de amor.

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