IV

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━━━━━━"Abrazo"━━━━━━
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Au. Moderno

Su cuerpo le pesaba, había tenido un día sumamente ajetreado y cansado, entre consultas, cirugías y juntas. Pero eso era lo que implicaba ser médico, ama su profesión, le encantaba salvar vidas, pero había días en los que se derrumbaba debido al gran estrés y falta de sueño que su trabajo le implicaba, y más también el hecho de no poder pasar tanto tiempo con su esposa.

Su esposa Kikyo era una excelente abogada, era muy buena pues siempre ganaba todos los casos en los que la contrataban. Conoció a Kikyo cuando estaba estudiando en la facultad de medicina en la universidad shikon, y Kikyo estaba estudiando en la facultad de derecho en la misma universidad. Y muchos se preguntarán cómo alguien que estudia medicina y alguien que estudia derecho de conocieron? Simple, fue por medio de sus amigos, en una noche de invierno la facultad de derecho realizó una fiesta y el fue arrastrado por kagome para asistir a dicha fiesta, puso mucha resistencia pero al final no pudo ganarle a la neurótica de su mejor amiga.

Ya en la fiesta todo estaba animado, gente bebía alcohol como si no hubiera un mañana, personas sacando sus pasos prohibidos y uno que otro casi casi cogiendo en el lugar, Inuyasha no era muy fan de este tipo de lugares más que nada por el ruido, pero ahí estaba el tomando alcohol en compañía de su amiga, bueno lo estaba antes ya que la maldita se había ido de su lado a quien sabe dónde y con quién sabe dónde, por lo que estubo buscándola por un buen rato pero no la encontró. En esos momentos era cuando se arrepentía que Miroku no estuviera a su lado, pues a pesar de ser un maldito pervertido lo entretenía con sus estupideces. Resignado tiro el vaso en el que estaba bebiendo, ya se había terminado su trago y la verdad no quería tomar más pues no quería llegar a hacer el ridículo. Sin más ganas de buscar a Kagome le mando un mensaje diciéndole que se retiraba de la fiesta y que le mandara un mensaje cuando llegara a su dormitorio, y por estar viendo su celular chocó con alguien haciendo que derrame su trago sobre el piso, levantó la mirada para disculparse, pero en cuanto lo hizo se quedó estático al toparse con unos hermosos ojos color miel.

— Disculpa, no te mojaste?... — Inuyasha creía que estaba escuchando la voz de ángel — Disculpa? Estás bien?.

— Eh!? Ah sí! Perdona.... — respondió avergonzado — y no, no me moje...

— Uff menos mal...

—Si y am.. perdona mi impertinencia pero como te llamas?...

— no crees que es de la mala educación preguntar el nombre de alguien sin haber dado el suyo?... — pronunció riendo ligeramente, haciendo que las mejillas de Inuyasha se pusieran rosadas.

Inukyo Month Donde viven las historias. Descúbrelo ahora