Inukyo Month

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𝕯í𝖆 10
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━━━━━━"Luchar lado a lado"━━━━━━
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Era increíble como la comunicación entre Inuyasha y Kikyo era grandiosa, no necesitaban de palabras para saber lo que el otro tenía que hacer. Y eso se notaba cada vez que peleaban con un demonio.

Cómo lo estaban haciendo en este momento, habían ido a exterminar un demonio gusano que era completamente asqueroso a la vista. Inuyasha lo atacaba con sus garras mientras esquivaba el ácido que este lanzaba, estaba siendo un problema pues cada vez que cortaba el cuerpo del demonio, este se regeneraba y se creaba un nuevo demonio que terminaba siendo eliminado por las flechas de Kikyo. Pero aún así Inuyasha comenzaba a fastidiarse, el maldito era demasiado escurridizo y aunque no era muy fuerte su habilidad de crear mini clones de el de sus partes cortadas y el poderoso ácido que producía estaba siendo un problema, por lo que cansado Inuyasha conectó su mirada con Kikyo recibiendo un asentimiento de su parte, por lo que se dispuso a cortar sus palmas con sus uñas, para lanzar su ataque de garras de fuego que corto al demonio en varias partes y antes de que estás se volvieran más demonios fueron purificados por una flecha sagrada cortesía de Kikyo, dando así fin a la pelea.

— Arg...por fin ese bastardo era muy escurridizo.... — mascullo con irritación.

— Inuyasha estás bien?.... — preguntó Kikyo acercándose a él y tomando sus manos para ver sus palmas.

— Eh?....Si estoy bien.... — dijo poniéndose nervioso y retirando de golpe su mano.

— Estás seguro? Pero estás sangrando....

— Esto?... — miro su palma ensangrentada — no es nada, se curara rápido.

— Si tú lo dices.... — pronunció algo insegura.

La conversación quedó hasta ahí, con la misión terminada comenzaron a caminar rumbo de nuevo a la aldea. Pero su regresó fue interrumpido por una orda de demonios, que habían sentido la energía de la perla de shikon que Kikyo portaba, por lo que rápidamente se prepararon para pelear. Los demonios fueron reducidos rápidamente con las flechas sagradas de Kikyo y las garras de acero de Inuyasha, y nuevamente sucedió, las miradas doradas y miel se conectaron y entendieron todo. El peli-plateado rápidamente hizo que todos los demonios faltantes se reunieron en su solo punto, al atacarlos rápidamente sin parar para hacerlos retroceder y así cuando estuvieron un poco más unidos lo siguiente que se vió fue un destello rosado y todos los demonios se extinguieron en cenizas.

— Kikyo estás bien?... — exclamó preocupado acercándose rápidamente a ella, pues un demonio casi la hería.

— Si, Inuyasha estoy bien gracias a ti.... — respondió sonriendo.

— Y-Yo... no fue nada.... — pronunció con las mejillas sonrojadas mientras miraba hacia un lado.

— Lo mejor será apresurarnos, o si no más demonios aparecerán por la perla de shikon.... — dijo la bella sacerdotisa, sacando la mencionada de la manga de su haori.

— Tienes razón, es mejor apresurarnos.... 

Nuevamente retomaron su rumbo y está vez sin ningún contratiempo. Al entrar a la aldea, varios aldeas saludaban a Kikyo alegrandose de que regresará sana y salva, a Inuyasha simplemente lo ignoraban sin decirle ninguna palabra de despecho pues sabían que pasaba mucho tiempo con la sacerdotisa Kikyo y no querían que está se molestara con ellos, por lo que prefieran evitar e ignorar al hanyou, algo a lo que Inuyasha le tenía sin cuidado pues ya estaba acostumbrado. Rápidamente llegaron ala cabaña de Kikyo, de la cuál salió su pequeña hermana Kaede quien salió a su encuentro para recibirlos.

— Hermana Kikyo! Inuyasha! Que alegría que regresarán!.... — pronunció con alegría la pequeña que estaba abrazando la cintura de su hermana.

— Estamos de vuelta Kaede.... — dijo acariciando con ternura los cabellos de su hermana.

— Hey mocosa....  — saludo Inuyasha.

— Inuyasha ya es tarde, te quedas a comer?... — menciono Kikyo entrando a la cabaña junto con Kaede.

— Tsk, está bien pero solo porque tengo hambre no por que quiera estar con ustedes....

— Inuyasha no es sincero con sus sentimientos.... — menciono Kaede, haciendo reír a su hermana mayor.

— QUE DIJISTE MOCOSA!?!.... — mascullo enojado.

— Ahhh hermana! Ayuda! Inuyasha me quiere golpear!!!

— Ven acá mocosa!!

— Inuyasha tranquilízate... —dijo mirando divertida como Inuyasha jalaba las mejillas de Kaede — mejor vengan les serviré de comer....

— Si! Comida!.....

— Está bien Kikyo...

Aquello hizo sonreír a la sacerdotisa, le alegraba que Inuyasha y Kaede se llevarán bien y también que ella y Inuyasha estén juntos para luchar lado a lado contra todo y todos.

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