Inukyo Month

XI

┌┈┄┈┄┈❀┈┄┈┄┈┐
𝕯í𝖆 11
└┈┄┈┄┈❀┈┄┈┄┈┘

━━━━━━"Besos en el cuello"━━━━━━
༺❀༻

∘◦❀──────────

──────────∘◦❀

Habían pasado semanas desde que Inuyasha se volvió humano.

El y Kikyo se habían casado, y vivían felices. Kikyo había dejado de ser una sacerdotisa, aunque aún conservaba parte de su poder espiritual y Inuyasha conservaba la fuerza que tenía cuando era un hanyou, a pesar de eso vivían juntos y felices junto con Kaede. Aunque está claro que algunas personas no les pareció su matrimonio, más que nada a los jóvenes que estaban interesados en Kikyo. Pero eso no les importo, aunque eso no evitaba que varios chicos le coquetearan a Kikyo aún sabiendo que está ya estaba en una relación con Inuyasha y aquella hacía hervir de rabia a Inuyasha, quería molerlos a golpes pero sabía que Kikyo se enojaría con el si lo hiciera, pero es que no soportaba que le coquetearan y le sugirieran dejar a Inuyasha para estar con alguno de ellos. Eso solo hacia que extrañará sus garras pues con eso les haría entender que Kikyo solo era suya y de nadie más.

— Inuyasha estás molesto?... — preguntó mirando a su esposo quien tenía el ceño fruncido, habían regresado de comprar todos lo víveres que necesitaban. Kaede no se encontraba, pues había salido a jugar con las otras niñas de la aldea y regresaría hasta la hora de comer.

La situación era que cuando estaban comprando algunos vegetales, unos forasteros quedaron maravillados con la belleza de Kikyo, por lo que sin descaro se acercaron a ella y comenzaron a coquetear con ella. Kikyo los evadía y rechazaba de una manera educada y tranqui pues se encontraba sola en ese momento, ya que había mandado a Inuyasha a comprar unas frutas que vio en unos puestos de adelante. Pero estaba comenzando a cansarse, pues esos hombres por más que los rechazara no se iban, estaba llegando a su límite por lo que cuando estaba a punto de decirles que se marcharán con una mirada fría, los hombres sintieron un escalofrío y se dieron la vuelta encontrándose con la mirada sombría y demoníaca de Inuyasha y solo bastaron una palabras para que salieran corriendo.

— Alejense de mi esposa bastardos o los mato.... — pronunció tronando sus dedos para dejar en claro su punto.

Después de eso consiguieron lo último lo que necesitaban y volvieron a casa, pero desde ese encuentro Inuyasha iba callado y serio. Haciendo preocupar un poco a Kikyo.

— Inuyasha... — lo llamo abrazándolo por detrás, no le gustaba que su esposo estuviera así, por lo que recurría a su último recurso y eso era llamarlo cariñosamente y afectuosa — Cariño.... Estás molesto conmigo?

— No....

Kikyo sonrió, por fin tenía una reacción.

— Entonces?... — preguntó acariciando el cabello de Inuyasha.

— Esos bastardos..... — murmuro con rabia  — odió que te estén coqueteando a pesar de que los rechazas y digas que ya estás con alguien...

Ante esas palabras la ex protectora de la perla de Shikon suspiro, sabía que Inuyasha era muy celoso y posesivo con ella, pero también muy inseguro pues creía que algún día Kikyo se aburriría de el y lo dejaría por alguien más, lo cual en opinión de Kikyo era una locura pues amaba a Inuyasha cómo a nadie más, el era el amor de su vida y eso nadie lo cambiaría. Por lo que se levantó para sentarse en las piernas de su esposo y pasar sus brazos por su cuello para así estar pegada a el, y sonrió cuando sintió aquellas manos que conocía bien rodear su cintura.

— Yo también me siento así contigo Inuyasha..... — murmuro.

— Como?...

— He notado que muchas jovencitas se te quedan viendo con ojos soñadores y te coquetean con actitudes tímidas y eso no me gusta para nada.... — reveló sintiendo el cuerpo de Inuyasha tensarse.

— Kikyo yo ....

— Shhh... Déjame continuar.... — lo callo poniendo un dedo en sus labios — Yo también quiero acercarme a ellas y demostrarles que tú eres mío y de nadie más....

— Entonces que te parece si les demostramos que solo nos pertenecemos el uno al otro... — pronunció Inuyasha acercándose peligrosamente a sus labios, provocando una sonrisa en su rostro.

— Me parece perfecto..... — dijo para sellar sus labios en un beso.

El beso comenzó dulce y lento transmitiendo todo el amor que se tenían por el otro pero rápidamente el beso comenzó a volverse caliente y lujurioso, así que cuando Kikyo comenzó a sentir los labios de Inuyasha en su cuello dejando besos húmedos, sabía que las cosas se intensificararian.

Bueno bien podrían divertirse en lo que Kaede volvía a casa.

༺❀༻

A la mañana siguiente, cuando Kikyo se estaba alistando había tomado su espejo para colocarse su labial, noto marcas rojizas en su cuello. Llevo su mano a su cuello tocando ligeramente las marcas y justo en ese momento Kaede y Inuyasha pasaban detrás de ella. Kaede al ver la extraña posición de su hermana se detuvo para verla, mientras Inuyasha se adelantaba un poco más.

— Hermana Kikyo, ¿Estás bien? — preguntó acercándose a ella — Eh? Te pico algún mosquito?  

— Ah Kaede.... — bajo el espejo — Si, me pico un mosquito muy grande....

Termino de decir eso mirando disimuladamente a Inuyasha quien tenía las mejillas ligeramente sonrojadas, vaya manera de marcar su territorio. Arregló su haori, para hacer que las marcas no se notarán pero por si las dudas este día se dejaría el cabello suelto.

Quien imaginaria que esto sería el resultado de unos besos en el cuello.

∘◦❀──────────

──────────∘◦❀