Inukyo Month

XXIII

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𝕯í𝖆 23
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━━━━━━"Akita inu"━━━━━━
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Movía la cola de un lado a otro con ansiedad, desde hace horas su dueña Kagome se había llevado a su pareja Kikyo a su cita en el veterinario, por lo que el se había quedado en la casa esperándolas pero ya se habían tardado mucho, lo cual estaba poniendo ansioso a Inuyasha creyendo que algo malo les había pasado. Pero ese miedo rápidamente se disipó al escuchar el sonido característico de la puerta abriéndose, por lo que rápidamente corrió hacia la puerta para recibir a su dueña y pareja. Salto emocionado alas piernas de su dueña cuando entraron, y entre ladridos exigía que Kagome bajara a Kikyo para poder olfatearla.

Kikyo soltó un ladrido de alegría para restregarse contra el cuerpo de Inuyasha mientras su dueña los miraba con ternura, para irse directo a la cocina para serviles su comida.

No tardó mucho para que Kagome los llamara para que comieran, a paso lento se acercaron a la cocina sin dejar de restregarse en el otro, no les gustaba estar separados por mucho tiempo motivo por el cual no les gustaba cuando iban al veterinario pero no podían hacer nada ya que su dueña no le gustaba que se perdieran su citas pues quería que ellos siempre estuvieran bien y saludables. Mientras sus mascotas comían Kagome subió a su habitación para ordenarla.
Después de que terminaron de comer Inuyasha y Kikyo salieron al patio trasero para recostarse sobre el pasto, vivían una vida feliz y pacífica gracias a los cuidados y el amor que su dueña les otorgaba día con día. Sintiendo el aire en su pelaje mientras se acurrucaba entre si, teniendo un momento de paz antes de que Kagome saliera a jugar con ellos. Inuyasha lamía el rostro de su pareja para después comunicarse entre alaridos en el lenguaje que solo los de su especie podían entender.

"Kikyo cómo te fue con el veterinario?"

"Bien, le dijo a Kagome que tengo buena salud"

"Eso me alegra"

" ¿Que hiciste mientras no estábamos?"

" Dormí un poco, aunque me desperté poco después para esperarlas, lo cual fue mucho ya que tardaron"

" Oh eso fue porque Kagome se puso a hablar con el veterinario"

" ¿Porque? "

" Según escuché era sobre las vacunas que nos tocan"

" Oh ya" 

Su conversación fue interrumpida por Kagome quien entraba al patio con pelotas en sus manos, se pusieron de pie rápidamente mientras ladraban y movían sus colas con entusiasmo, encantando a Kagome con su encantó y adorabilidad algo que era de esperarse teniendo en cuenta que pertenecían a una de las razas más adorable y inteligentes de todo el mundo.

Pertenecían a la raza Akita inu.

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