Inukyo Month

XXII

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𝕯í𝖆 22
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━━━━━━"Almas gemelas"━━━━━━
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Au.Moderno.

Almas gemelas.

Aquellas personas que fueron hechas el uno para el otro, y estaban unidos por un hilo rojo.

Un hilo rojo que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse sin importar el tiempo, lugar o circunstancias.

El hilo se puede estirar, contraer o enredar pero nunca se romperá.

Una leyenda en la que muchos creían fervientemente y otros quienes creían que solo eran tonterías. Pero ese no era el caso de Inuyasha, el sabía muy bien que esa leyenda era cierta, pues desde que era niño era capaz de ver el hilo rojo que conectaba a las personas. Cuando era niño siempre creyó que todos eran capaces de verlo, por lo que muchas veces le decía a personas desconocidas que tenían un hilo atado a su meñique, a qué la persona con la que estaban no era con la que estaban atada, pero eso solo provocaba que lo trataran de loco y mentiroso por lo que conforme fue creciendo termino haciendo la vista gorda, no le interesaba la vida de los demás, aún después de descubrir el verdadero significado de ese hilo y que sorprendentemente el era el único en poder verlo, prefería no meterse en problemas. Pero aún así no podía dejar de tener curiosidad al ver su mano, dónde atado a su meñique estaba ese hilo pero a diferencia de los demás, Inuyasha no era capaz de ver el final del hilo pues este desaparecía a la mitad, así que desconocía por completo si en verdad si hilo estaba atado a otra persona.

Suspiro para darse para apurarse, estaba llegando tarde a la reunión que tenía con sus amigos de la Universidad. Después de que todos se graduarán, dejaron de verse seguido pues los trabajos o vida social de todos consumía todo su tiempo, por lo que rara vez podían reunirse todos. Está vez se reunirían en un café que no estaba muy lejos de su departamento. Cuando llegó ahí se encontró con todos sus amigos ya reunidos, estaba Kagome, Sango, Miroku, Koga y Ayame, los saludo mientras se sentaba y tomaba el menú para ordenar. Pronto se enmarcaron en una plática, contando lo que había sido de sus vidas estos meses que no se habían visto, y recordando anécdotas vergonzosas y divertidas que les sucedió durante la Universidad, y luego llegó el tema sobre las parejas, Sango y Miroku estaban en una relación al igual que Koga y Ayame, Kagome dijo que por ahora se encontraba soltera pero había estado teniendo citas con un colega, y el bueno seguía soltero no había estado en una relación desde hace años, justamente su última relación fue con Kagome y eso fue durante la Universidad, Kagome estaba enamorada de el y el le tenía cariño y ante las insistencias y presión de sus amigos comenzaron una relación, que no funcionó. Al principio todo fue bien, pero conforme pasa el tiempo su relación se fue desmoronando, tenían discusiones muy seguido, malos entendidos y más, cuando terminaron entre lágrimas Kagome decía que no sabía que era lo que estaba mal para que su relación no estuviera bien, pero Inuyasha sabía el motivo y era simple.

Kagome no estaba unida a él por el hilo.

Estuvieron un tiempo distanciados para que las heridas sanarán y después volvieron a ser los buenos amigos que eran antes.

Después de varias horas cada uno se fue retirando de café, Inuyasha fue el último en irse ya que tenía un extraño presentimiento que le decía que debía estar en raro más en ese lugar, para pasar el tiempo pidió otro café, solo esperaría una hora más y se iría a su hogar. Pasada la hora, se dispuso a irse con desilución, antes de irse se acercó a la caja para pedir una rebanada de pastel para llegar y justamente en ese momento su cuerpo sintió una descarga eléctrica y un aroma floral llegó a sus fosas nasales, con curiosidad volteó hacia un lado encontrándose con una mujer con una cabellera lisa y larga quien estaba ordenando en la otra caja, por instinto y como si algo lo estuviera llamando bajo su mirada hasta la mano de la mujer para soltar un leve jadeó al ver cómo el hilo atado a su meñique se una con el suyo.

Por fin la había encontrado.

Por fin había encontrado a su alma gemela.

Con los nervios a flor de pie, Inuyasha esperaba con impaciencia su pedido y comenzó a desesperarse cuando la chica recibía su pedido y se marchaba del local. Entonces en el momento que le dieron su pedido salió corriendo del café en espera de que pudiera alcanzarla. Por lo que cuando vio esa larga cabellera que bailaba al ritmo de su pasos y el viento, aceleró para alcanzarla y justamente antes de que cruzará la calle la tomo del brazo haciendo que se exaltará por ello.

— Lo siento! Disculpa si te asusté.... Es que yo... Verás ... Argg.... — balbuceó — Esto te podrá parecer una locura... Pero tú eres mi alma gemela....

— Disculpa?.

— Es que yo verás .... Yo soy capaz de ver el hilo rojo del destino.... Y yo estamos unidos por ese hilo ..— declaró con seriedad.

— ........

— Argg, sabía que pensarías que esto es una locura, disculpa por hacerte perder tu tiempo....

— Creí que era la única.

—  Como?.... — pronunció desconcertado.

— Creí que era la única que podía ver los hilos... — menciono tomando la mano de Inuyasha que aún se encontraba en su brazo para verla detenidamente y ver qué efectivamente los hilos estaban unidos. 

— Tu también los puedes ver?...

— Si

— Desde cuándo?

— Desde que era una niña....

— Ya veo... entonces?...

— Me encantaría conocerte ah....?

— Inuyasha.... Mi nombre es Inuyasha Taisho.... — pronunció sintiendo su corazón latir como un tambor.

— Inuyasha... Yo soy Kikyo Nakamura y me encantaría poder conocerte... Que te parece?.... — dijo entrelazado sus dedos con la mano que sostenía provocando que el ritmo cardíaco de Inuyasha aumentará y su rostro comenzara a calentarse.

— Me encantaría.... Yo también quiero conocerte Kikyo....

Por fin después de tanto tiempo se habían encontrado y estaba claro que nunca se separarían .

Ya que al final de cuentas eran almas gemelas.

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