Caminando a una velocidad reducida, me posiciono a un lado del castaño y su mejor amigo, enviando una mirada disimulada hacia su mano vendada junto a la mía mientras avanzamos lentamente por nuestro camino.
La tela blanca tiene una pequeña mancha rojiza al centro de ella, que con cada minuto aumenta ligeramente su tamaño, lo que me indica que quizás no hice un buen trabajo al tratar la superficial herida bajo ella.
En silencio, todos nos encontramos caminando rumbo a casa del castaño después del incidente vivido sólo minutos atrás en el comedor de la universidad.
Mis ojos se cierran con cansancio, y mi cuerpo pide a gritos un descanso oportuno con al menos ocho horas seguidas de tranquilo y continuo sueño.
Ha sido una semana agotadora, y desde que decidí hacerme cargo de cuidar a SeokJin, la calma no ha vuelto a ser parte de mi vida.
No me arrepiento de la decisión que tomé, en absoluto, pero debo admitir que jamás creí que las cosas podrían ser tan difíciles.
Viendo a YoonGi, creí que el trabajo no se trataba nada más que de cuidar y ser un apoyo para el castaño en caso de necesitarlo.
Incluso consideré que el bolso de emergencias era algo exagerado y que quizás jamás tendría que utilizar.
Grande fue mi error.
Porque descubrí que detrás de lo que yo siempre ví, habían cosas más frías y oscuras ocultas en el par de mejores amigos.
La primera vez que ví a SeokJin correr al baño tras una extraña crisis nerviosa, casi me había vuelto loco.
Ver su rostro pálido, las silenciosas lágrimas cayendo por su rostro y su tembloroso cuerpo tirado en el baño había enviado pánico a todo mi ser.
No sabía que estaba sucediendo, y mucho menos como debía actuar, por lo que sólo me quedé allí, gritando de manera histérica mientras YoonGi se hacía cargo de la situación.
Más tarde ese día, el pelimenta había mantenido una seria conversación conmigo, explicándome a grandes rasgos que lo sucedido esa tarde era algo más habitual de lo que le gustaría admitir.
Sin ningún término médico de por medio, me contó que en ciertas ocasiones, SeokJin era atacado por un miedo incontrolable que generaba en él reacciones físicas como respuesta.
Cada persona tendría su propia manera de responder, sin embargo existían algunas más comunes que otras.
En el caso del castaño, su cuerpo instintivamente buscaba una escapatoria para el inminente riesgo o peligro en el que se encontraba sometido.
Su estómago se revolvía, y de manera inmediata provocaba arcadas que buscaban quitar de él todo mal, reconociendo el alimento ingerido cómo el potencial malefactor o simplemente incapaz de digerirlo debido al estado de alerta en el que se encontraba.
Después de oírlo hablarme con calma sobre cada posible escenario que podría presenciar más adelante, me encontré no menos asustado o preocupado, pero si más preparado mentalmente para cuando aquellos momentos llegaran.
Ver llorar a SeokJin durante gran parte del día era otra de las cosas que no esperaba ver y que me fue difícil sobrellevar.
Daba igual lo que estuviéramos haciendo, el castaño se mantenía en silencio en todo momento, y cuando menos lo esperabas, por sus mejillas ya resbalaban silenciosas lágrimas llenas de dolor y retenida angustia.
Su mente fuera del presente, aislada en otro rincón lejano, totalmente ajeno a lo que sucedía frente a sus ojos.
Los temblores de su cuerpo eran algo que ninguno de nosotros podía ayudar a controlar, y era doloroso ver cómo se le imposibilitaba hacer tareas diarias debido a los constantes movimientos involuntarios de su cuerpo.
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愛 Fear Of Men ᯇ ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🐚𓇼
Random¿Un hombre gay con miedo a los hombres? SeokJin es un joven de 25 años que se encuentra en último año de su carrera de pedagogía infantil en la universidad de Seoul. Es apuesto, inteligente y con un sentido de humor único que logra atraer a un numer...