Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 22

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—¿Qué estás viendo?— pregunto a YongSun en cuanto llego a su lado.

—Un video llamado "Look para decirle a tus padres que te equivocaste de carrera"— respondió alzándose de hombros.

—Suena bien, podrías compartirlo para mí más tarde— sugerí con una sonrisa divertida sobre mi rostro.

—Dudo que una sombra azulada sobre tus párpados y un delineado más largo que teleserie Turca pueda ayudarte amigo—

—Funciona para ti, ¿Por qué no para mí? Me vería hermoso—

Cómo respuesta, sólo recibí un golpe amistoso sobre mi hombro antes de que sus dedos volvieran a presionar el botón de reproducir sobre la pantalla de su móvil.

En efecto, una chica joven se encontraba animada hablando desde el otro lado, explicando porque el aplicar mucho rubor ayudaría al momento de recibir una bofetada de tu madre al oír la noticia.

Los estudios tienen sus momentos difíciles, y tanto la escuela como la universidad e institutos de enseñanza profesional tienen como primer objetivo acabar con la paz y estabilidad mental de sus estudiantes.

A estas alturas del año, a sólo un par de meses de acabar, las cosas se vuelven pesadas y difíciles.

La amenaza de perder un ramo, la carga académica y laboral que muchos deben pasar y la dificultad con los pagos mensuales excesivamente costosos llevaban a qué la universidad fuera un completo caos.

Las personas corrían de un lado para otro, algunos rogando por trabajos extra que les brinden los puntos necesarios para pasar, otros desapareciendo fuera del recinto apenas oían el timbre de salida, desesperados por llegar a su trabajo a tiempo, y otros que simplemente lloraban en un rincón aceptando su destino y todas las consecuencias del mismo.

El agotamiento mental es algo que todos sufren, sin embargo, cuando la carrera que decidiste estudiar ni siquiera es algo que te apasione hacer, genera que toda la carga se sienta el doble de pesada.

No tener esa motivación de saber que haces lo que amas, sino que en cambio, es simplemente una obligación más que cumplir.

Un punto negativo que sin duda, afectaba a varios estudiantes de la institución.

Mirando hacia mi costado, observé a YongSun, las bolsas bajo sus ojos y el claro descuido que había tenido consigo misma durante las últimas semanas eran más que visibles, y no pude evitar sentir preocupación por el bienestar de mi mejor amiga.

—¿Por qué decidiste finanzas?— pregunté en voz alta llamando su atención.

—Ganan bien— fue su respuesta, que por algún motivo, no logró sorprenderme.

—No te gusta— aseguré sin dudas.

—No siempre se vive de lo que te gusta hacer—

Un rastro de tristeza cubrió mi rostro al oírla, e inmediatamente recordé a la dulce señora que día a día la esperaba en casa, recibiendola con cariño pero con una energía que cada vez iba más en decadencia.

No era difícil asumir que YongSun se haría cargo económicamente de ella y su querida abuela más adelante, y me pregunté de pronto como se mantenían actualmente, sobre todo teniendo en cuenta el pago de los estudios que hoy cursaba.

Sin embargo, decidí no entrar en ese terreno aún, y cuando estuve dispuesto a cambiar de tema y aligerar un poco el pesado ambiente, un movimiento pareció captar inesperadamente la atención de la castaña.

A lo lejos, MoonByul alzó su mano hacia nosotros, sonriendo mientras a pasos lentos se acercaba al lugar.

A mi lado, YongSun se congeló en su lugar, deteniendo incluso su respirar cuando finalmente la pelimorada llegó a nuestro encuentro.

愛  Fear Of Men  ᯇ        ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🐚𓇼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora