Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 18

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—Buen trabajo Jeon—

Con una sonrisa amable y una inclinación de noventa grados agradezco al maestro frente a mí, dejando en sus manos el último trabajo pendiente que debía entregar esta semana.

Un suspiro agotado sale de mi boca cuando me derrumbo sobre mi silla dentro del salón, una increíble sensación de alivio al verme finalmente libre de los maestros al menos por un par de semanas.

Aunque debo admitir, que lo que verdaderamente me alegra de estar al día en mis asignaturas correspondientes es que al fin, después de dos largas semanas, podré quedarme en casa de SeokJin nuevamente.

Y no, no había dejado de ir porque mi responsable personalidad me había dicho que era mejor pasar las tardes y fines de semana en casa trabajando en vez de pasar el rato con Yoon y SeokJin.

De hecho, fueron ellos mismos los que me prohibieron la entrada a su hogar durante estas dos semanas.

"Hasta que no entregues tu último trabajo pendiente no podrás entrar aquí"

Aseguró YoonGi una tarde cuando ingresamos todos a casa del castaño.

Ninguno quiso explicarme realmente la razón tras de ello, sin embargo creí que no se trataba de nada más que dos chicos preocupados por mi rendimiento escolar.

A pesar de que la idea no me agradó, tuve que obedecer, y hoy en día, realmente agradezco que lo hayan hecho.

Con lo difícil de la situación de SeokJin últimamente, había dejado de lado mis estudios y mi vida en sí para estar junto al castaño y servir de apoyo.

Si bien, mis calificaciones no alcanzaron a verse afectadas durante ese tiempo, sabía que de haber mantenido nuestra rutina todos estos trabajos que ahora había logrado entregar limpiamente no habrían sido tan buenos o quizás completados en absoluto.

—¿Finalmente libre?—

YongSun llegó sonriente a mi lado, luciendo un par de cabellos alborotados al haber estado de igual modo corriendo para poder entregar sus trabajos en la fecha asignada.

—Aún no puedo creerlo, pero sí ¿Que hay de ti? ¿Lo lograste?—

Sacando un espejo de su bolso, reconoció sus desordenados cabellos e hizo una mueca de disgusto inmediatamente como respuesta.

Sacando un cepillo de su bolso, comenzó a pasarlo por las hebras, finalmente mirándome para contestar.

—Sí, fue difícil, pero tuve algo de ayuda— dijo intentando contener su risa.

—No pusiste a tu abuela a sacar cálculos matemáticos para ayudarte— dije con clara sorpresa en mi voz.

—Era la idea, pero en cuanto la ví gritandole a la calculadora decidí que no era una buena opción— dijo sonriente— así que en cambio, le pedí otro favor—

Totalmente confundido, intenté decifrar lo que mi amiga intentaba decirme, pero me bastó sólo una mirada al maestro para comprender a lo que se refería.

Una hermosa bufanda de lana color azul rodeaba su cuello, y el hombre parecía tan encantado que no se abstuvo de tomar su móvil para tomarse una selfie con su nueva adquisición.

—¡YongSun!— grité casi ofendido— ¡Pusiste a tu abuela a crear métodos para comprar a los maestros!—

Con un chasquido de lengua rodó los ojos con diversión, volteando a ver al maestro y sonriendo aún más grande cuando lo vió tan encantado con su regalo.

—No te alteres, no es para tanto ¡Incluso puedo decirte que disfrutó mucho al hacerlo!—

Soltando un bufido divertido, tuve que admitir que seguramente tenía razón.

愛  Fear Of Men  ᯇ        ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🐚𓇼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora