Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 19

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—Bienvenido a casa cielo—

El olor tan familiar de mi hogar fue lo primero que percibí al atravesar la puerta de entrada, esa extraña mezcla entre vainilla y aquella crema de afeitar tan olorosa que papá no ha dejado de usar en años, siendo sorprendentemente agradable a pesar de la clara poca compatibilidad de sus ingredientes.

Todos los muebles están en el mismo lugar, y no había ningún cambio visible a primera vista, todo tal y como el primer día en que mamá y papá adquirieron el lugar.

Muchas personas antes han opinado acerca de la monotonía que mis padres siempre habían presentado, cómo si fuera un crimen el no querer renovar o sufrieran de un grave problema que requería de inmediata solución.

Sin embargo, para mí, no existe mayor tranquilidad que estar en un espacio conocido y saber que por más que los años pasen, al volver a atravesar la puerta de entrada encontraré exactamente la misma imagen de siempre sin importar qué.

—Tienen un hermoso hogar— aseguró JungKook tímidamente tras de nosotros, escondido tras de Yoon cómo un pequeño cachorro temeroso al encontrarse en un territorio desconocido.

—Me alegra que sea de tu agrado— sonrió mamá, luciendo tan encantada con él que estaba seguro, se transformaría muy pronto en su nuevo favorito de la casa.

—Si me lo permiten, he traído algo para ustedes— volvió a hablar tembloroso, estirando una pequeña bolsa de regalo frente a él, haciendo una reverencia mientras dejaba que papá la tomara entre sus manos.

Curiosos, todos compartimos miradas interrogatorias, mamá y papá buscando en mí una respuesta que extrañamente no tenía en mi poder.

Ni siquiera estaba seguro de haber visto la bolsa antes.

Yoon a mi lado sonrió con ternura, y dejando que JungKook volviera a su escondite tras de él, le dió unas palmaditas en la cabeza, cómo mostrando así su orgullo o dándole a entender que hizo un buen trabajo.

Bajo la atenta mirada de todos, mamá sacó una bolsa con varios cortadores de galletas dentro de ella, mostrando distintas figuras de animales que sin duda podían verse encantadoras al verlas salir del horno.

—¿Es esta tu forma de pedirme que te prepare galletas corazón?— preguntó mamá alzando una ceja, mostrando desaprobación y fingiendo sentirse ofendida al verse utilizada de ese modo.

El rostro de JungKook perdió de pronto todo color y agitando su cabeza de lado a lado tartamudeó desesperadamente intentando unir una frase de disculpa hacia ella.

Apiadandose del pobre chico, mamá rió con cariño, acercándose a él y rodeando su cuerpo en un apretado abrazo.

—Estoy bromeando ¡Claro que haré galletas para ti!— sonrió dejando un sonoro beso en su mejilla antes de retirarse a la cocina a dejar su nueva adquisición.

Sonriendo con cariño, papá sacudió su cabeza de lado a lado, quizás sorprendido de que a pesar de los años, mamá pudiera aún sorprenderlo con sus actitudes infantiles y divertidas.

Metiendo su mano dentro de la bolsa, sacó de ella un hermoso baúl de madera de un tamaño ligeramente más grande que su propia mano.

El diseño era bello, y sabía que papá estaba viendo los trazos de tallado en él, analizando cada uno de ellos, quizás considerando si el trabajo estaba bien hecho o si él podría acaso recrear aquel mismo objeto por su cuenta.

—Gracias, es muy hermoso— aseguró sonriente, acercándose a un pequeño mueble a su lado, acomodando el nuevo baúl junto a uno ligeramente similar que se encontraba en el lugar.

愛  Fear Of Men  ᯇ        ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🐚𓇼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora