Entre la Sociedad de Almas y Hueco Mundo.

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Capitulo 3.



Entre la Sociedad de Almas y Hueco Mundo.


Byakuya se dejó caer en su silla. No tenía fuerzas ni para retener las lágrimas que pugnaban por salir de sus ojos. Está muerto. ¿Por qué no le detuve? Nunca debí permitirle ir en su estado. Jamás me lo perdonaré. El Kuchiki se sumía en un profundo pozo de desesperación. Sostenía en sus manos la espada de Renji no queriendo separarse de lo único que le quedaba de la persona que amaba y había perdido.

Trascurrió cerca de una hora desde que fue informado del fallecimiento de su teniente. No conseguía reaccionar. Estaba como ido en su asiento. Sin previo aviso, Rukia irrumpió en la sala. Estaba blanca como la nieve y con una expresión de profunda angustia en su rostro.

- Nii-sama, dime que no es cierto.- Consiguió articular entre sollozos.

- Renji a...- Byakuya no pudo aguantar más y rompió a llorar.

Los dos hermanos se abrazaron consolándose mutuamente. Después de derramar todas las lágrimas que tenían, se separaron un poco más serenos. Byakuya se sentó en su escritorio. No se sentía con fuerzas ni siquiera para estar de pie. Rukia cogiendo otra silla, se acomodó a su lado.

- ¿Pero qué ha pasado? ¿Cómo ha sido?- Preguntó la muchacha entre sollozos.

- Una emboscada. No tengo más información. Estoy esperando el informe del capitán Aizen. Rukia, ha muerto. Y lo último que hice, fue tratarle como a un simple subordinado. Me dijo que no se sentía bien y yo le ignoré. Todo ha sido culpa mía. No debí forzarle. Ha muerto por mi estúpido sentido del deber. Jamás podré perdonármelo. Nunca mas podré decirle lo mucho que significa para mí.- Byakuya se sentía el hombre más desafortunado en todo el mundo.

- Tú no tienes la culpa. No podías saber lo que iba a pasar. Ahora tenemos que ser fuertes. Renji no querría vernos en este estado.- Rukia intentaba consolar a su hermano. Jamás pensó verle en ese estado tan vulnerable.

- ¿Ser fuerte? Eso ya no tiene sentido. No sé cómo voy a poder seguir adelante sin él a mi lado.-

- Yo me siento igual. Pero sé que Renji se enojaría sin nos viera así.-

- Es cierto. Debo preparar todo lo relacionado con su funeral e investigar lo sucedido. Si Aizen fue negligente, haré que lo pague muy caro.- Parecía que las palabras de su hermana hacían reaccionar al noble.

- No estás solo. Yo te ayudaré en todo lo que sea necesario.- Dijo con plena convicción la muchacha.

Ambos hermanos se pusieron en marcha para preparar los sepelios del teniente fallecido. Byakuya dio varias instrucciones a su tercer puesto y abandonó el escuadrón seguido de Rukia. Fueron directamente a la 1ª división para reunirse con Yamamoto-sama. El anciano les estaba esperando en su despacho.

- Mi más sentido pésame por lo sucedido capitán Kuchiki. Ya se ha puesto en marcha una investigación de lo sucedido esta tarde. El capitán Aizen me ha informado del desafortunado incidente. En estos momentos estoy esperando su informe.- Dijo Yamamoto.

- Hmm. Espero que pronto esté todo claro. Hay muchas incógnitas que no pienso tolerar sean ignoradas.- Contesto serio el Kuchiki.

- Estoy de acuerdo en ello. Retírense. En cuanto se aclare este asunto, pasaremos a tomar las medidas necesarias en el caso de tener que hacerlo.-

- Hai.- Byakuya abandonó la sala seguido de Rukia.

Mientras todo esto sucedía, Aizen se encontraba disfrutando de una humeante taza de té en su escuadrón, acompañando del capitán Ichimaru.

Te extraño tanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora