Reconciliación y otra disputa.

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Capitulo 24.

Reconciliación y otra disputa.

Dejando con cuidado a Zangetsu en el suelo Ichigo le dio un leve empujón a Grimmjow tumbándole completamente y se sentó en su regazo apoderándose de sus labios.

El Arrancar había abierto los ojos como platos y no reaccionaba al verse sorprendido por el comportamiento de su shinigami.

Ichigo delineaba con su lengua el labio inferior de su amado pidiendo, casi suplicando el ser recibido. Grimmjow haciendo acopio de todo su autocontrol se sacó de encima a su ex-pareja empujándole hasta arrojarle a un lado.

Kurosaki se intentó acercar de nuevo a él siendo rechazado por segunda vez. El Arrancar no cambiaba la expresión seria de su rostro y eso era lo que más aterraba al shinigami sustituto, ya que Grimmjow por muy enfadado que hubiera estado en muchas ocasiones, toda esa furia se disipaba con tan solo unos besos y un par de caricias. Parecía que en esta ocasión esa táctica no funcionaría.

Estaba desesperado, Ichigo era consciente que Grimmjow y él no se entendía hablando, siempre que tenían alguna diferencia o la arreglaban a golpes o a base de caricias.

Tenía miedo de pronunciar algo indebido y que su gran amor terminara por desaparecer para siempre de su lado. Eso era lo único para lo que Kurosaki Ichigo no estaba, ni estaría jamás preparado.

Después de pasar varios minutos en silencio observándose mutuamente el antiguo Espada se animó hablar por segunda vez en la noche al ver que su acompañante se encontraba como ido en el sitio.

Cierto que estaba realmente enfurecido con el muchacho, pero eso no quitaba que él tuviera gran parte de la culpa. Si no hubiese sucumbido a las caricias de Ulquiorra todo este lio jamás hubiera pasado.

Pero eso no hacía que doliera menos el saber que no era la única persona por la que sentía algo su pequeño shinigami. Puede que fuera cobarde por su parte, pero mejor zanjar las cosas ahí si Ichigo no le amaba solo a él, que seguir con una relación condenada al fracaso. Contra mas alargara su estancia a su lado, más dolería ser apartado de él. Era imperativo poner las cosas en claro de una buena vez.

-¿Solo has venido a que te eche un polvo? ¿Qué pasa, que el Quincy no te deja satisfecho?- Preguntó.

Vale, esa no era la mejor manera de arreglar sus problemas pero fue incapaz de reprimir la pregunta. Estaba demasiado herido para ser amable en ese momento. Ichigo frunció el ceño enojado. Eso había dolido y mucho.

- No me he acostado con Ishida.- Contestó entre dientes tragándose las ganas de golpearle hasta hacerlo sangrar por cabrón y desconsiderado.- Grimmjow, quiero que arreglemos esto. No soporto el estar lejos de ti.- El pelinaranja se debatía en esos momentos entre la ira y las enormes ganas de llorar.

Eran demasiados sentimientos encontrados para poder lidiar con todos a la vez.- Dame una segunda oportunidad.- Pidió sentándose a su lado y mirándole a los ojos.

- ¿Seguro la quieres?- Grimmjow no pensaba dejarse coaccionar por la intensa mirada del muchacho.- Como ya te dije hoy tú no confías en mí y yo no puedo estar contigo de esa manera. No quiero a un mocoso mal criado y caprichoso a mi lado.-

Ya no podía mantenerle más la mirada y giró su rostro al lado contrario. Si continuaba mirándole así mandaría todo al demonio y le haría suyo hay mismo y para siempre, aunque después sufriera enormemente por ello.

- ¿Tú me amas?- Fue la respuesta de Ichigo.

Salió de sus labios en un susurró ahogado por la angustia que oprimía su pecho. Dos rebeldes lágrimas resbalaron escapando de sus tristes ojos castaños.- Porque si no es así nada vale la pena ya.- Continuó, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no romper a llorar desconsoladamente.

Te extraño tanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora