Mi bebe.

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Capitulo 5

Mi bebe.

En pocos minutos Renji ya se encontraba recostado en su cama atendido por el servicio medico. Grimmjow permanecía a su lado con cara de circunstancia agarrándole de una mano sin llegar a saber muy bien qué hacer.

- Grimmjow-sama, abandone la habitación, por favor.- Dijo el que parecía ser la matrona.

- No pienso moverme de aquí hasta que no llegue Aizen.- El 6º Espada no tenia intención de dejar solo a su amigo en esa situación tan delicada.

- Pero...- Inquirió el médico.

- He dicho que no. ¿Quieres morir?- Le amenazó mirándole furioso. El médico retrocedió temeroso. Bien sabido era que Grimmjow no se atenía a razones cuando se enfurecía.

- Grimmjow, no te vayas. No me dejes solo.- Renji le estrujó la mano que sostenía para evitar su marcha del lugar. Estaba asustado. No sabía que era lo que le esperaba y temía por la salud de su hijo.

- No pienso irme. No te alteres mami, seguro que Aizen llega enseguida. Ya hemos avisado de tu estado.- Dijo sentándose a su lado e intentando trasmitir una confianza de la que en realidad carecía.

- ¡Te he dicho mil veces que no me llames mami!- Le chilló olvidándose momentáneamente de su malestar.

- Vale. Ni de parto mejoras tu humor.- Se mofó con un tono burlón viendo que daba resultado y conseguía distraer un poco al pelirrojo.

- Imbécil.-

Renji parecía menos nervioso después de esa pequeña discusión. Era lo que le gustaba del Espada. Siempre sabia que hacer para sacarle de un estado de ánimo negativo. El medico interrumpió tan idílica conversación.

- Todavía no está lo suficientemente dilatado. Faltan aun unos cuatro cm. Debe relajarse y respirar.-

- ¡Relajarme! ¡Me duele tanto que parece que me vaya a partir en dos, maldito estúpido de mierda!- Renji soltó la mano de Grimmjow para estrujar el cuello del doctor. El peliazul reaccionó en un segundo liberando al asustado médico.

- Mas vale que te calmes o te ataré a la cama para que te estés quietecito.- Le advirtió Grimmjow.

- Trae a Sosuke de una maldita vez.- Siseó apretando los dientes debido a otra contracción.

- No te impacientes. Seguro que ya está de camino.-

Mientra un asustado Renji se debatía entre los dolores del parto, en el Seireitei Aizen hablaba con Byakuya en la oficina principal del 5º escuadrón.

- Se perfectamente que ha sido el capitán-comandante quien ha sugerido estos entrenamientos conjuntos pero no pienso volver a cometer el error de dejar a mis subordinados bajo tu mando. La última vez no fue muy satisfactoria que digamos.- El Kuchiki se encontraba de pie enfrente de Aizen. Aunque su pose era la normal de siempre y su rostro estaba impasible, sus palabras se sentían cargadas de resentimiento.

- Bueno, pues entonces sé tú quien dirija el entrenamiento. A mi me da igual. Yo si confío plenamente en ti.- El castaño mantenía su fachada de persona afable sentado tras su escritorio.

- Bien, yo me haré cargo de las maniobras.- En ese momento llamaron a la puerta.

- Adelante.- Invitó Sosuke.

- Buenos días Aizen-taicho, Kuchiki-taicho. ¿Interrumpo?- Dijo Gin sonriente como era su costumbre.

- No, el capitán Kuchiki ya se iba, ¿Verdad?-

Te extraño tanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora