Capitulo 22.
¿Grimmjow o Ishida? 1ª parte.
Ichigo después de recibir la temprana e inesperada visita de Sakura se marchó a dar una vuelta por la ciudad para despejar sus ideas. Tenía mucho en lo que pensar. Por un lado estaba lo que todo el mundo le decía a cerca de Grimmjow. Que solo había sido un mal entendido y que le dejara explicarse, pero no podía olvidar la cara de placer que ponía su ex-pareja al ser devorado por ese estúpido Espada. Tal vez si que debió quedarse un poco más para ver cómo reaccionaba el peliazul, pero ya era tarde para eso. Kurosaki aceleró la marcha casi sin darse cuenta. Andaba a paso ligero por las calles poco transitadas de la ciudad. Giró un una esquina y se adentró en el mismo parque en el que noches atrás descubriera a Grimmjow junto con Ulquiorra. Se detuvo en el árbol que fue testigo de la infidelidad de su compañero. Preso de la rabia y la impotencia le asestó un puñetazo en el tronco.
-Auch... Maldita sea.- Se quejo al lastimarse la mano contra la superficie del roble.
¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? Encima ahora Ishida vuelve otra vez con lo de que seamos pareja. No que no me guste, la verdad es que siempre me ha parecido muy atractivo, pero quiero tanto a ese gato pulgoso... Tengo que aclarar las cosas con Grimmjow, pero primero pasaré por la casa de Orihime. Hace mucho que no salgo con ellos y creo que eso me vendrá bien. Sí, eso haré, mejor dejo la bronca con Grimmjow para la noche, por que de seguro termino a golpes con ese cabeza hueca, pensaba ya de camino en casa de su amiga. Cuando llegó al domicilio de la muchacha llamó a la puerta esperando no llegar muy temprano. Tan metido estaba en sus pensamiento que no se percató de que solo eran las 11 de la mañana. No le dio tiempo a seguir con sus cavilaciones ya que una risueña Inoue abrió la puerta con una enorme sonrisa en el rostro.
-Kurosaki-Kun que alegría que hayas venido.- Dijo exaltada agarrándose las manos a la altura del pecho.
- Si, hola. Veo que estabas cocinando algo ¿No?- Preguntó al ver las manchas de harina en el delantal de la joven.
- Si, estoy haciendo la comida de hoy. Es un plato especial que quiero que probéis todos.- Anunció entrando en la casa seguida de su amigo. Ichigo empezó a pensar que había sido una terrible idea el ir a ver a su amiga. Ya se sentía indispuesto solo con oler la "Comida" que estaba preparando para ellos.
- He invitado también a Urahara-San, Yoruichi-San y a Grimmjow-Kun, espero que no te moleste.- Orihime esperaba de un momento a otro las recriminaciones de su acompañante.- Ellos también son nuestros amigos y me pareció feo no invitarlos, aun que creo que no van a venir.- Concluyó echando un par de tabletas de chocolate aun espeso liquido rojizo que cocía en una olla. Ichigo la observaba en silencio sentado en una de las sillas de la cocina.
- No me importa, tú misma lo has dicho, son nuestros amigos.- Habló muy tranquilo.- ¿Y por qué dices que no vendrán?- Le picaba la curiosidad, sobretodo el motivo del Arrancar en particular.
- Pues Yoruichi-San me dijo que pasaría seguramente todo el día y parte de la noche fuera con Urahara-San ocupándose de un asusto muy importante o algo así.- Dijo restándole importancia al asunto.- Y Grimm-Kun se excuso diciendo que si venía terminaría arruinando la reunión discutiendo contigo.- Orihime volteo para encararle y le miraba con cara de pena.- ¿No crees que podrías hablar con él y arreglar las cosas?- Preguntó esperanzada. Le gustaba mucho la pareja que hacía con el lindo gatito.
- Él no tiene nada que hablar con ese traidor y tú no deberías chantajearlo poniendo cara de pena para que lo haga.- Saltó de golpe Ishida que acababa de entrar en la cocina sorprendiendo a ambos.
- ¿Y tú se puede saber de dónde demonios saliste? Me has dado un susto de muerte.- Se quejó el pelinaranja con el ceño fruncido.
- Me encontré la puerta abierta y os he escuchado eso es todo.- Se excusó el Quincy.- Si no fueras pésimo notando el reiatsu de los demás no te asustarías tan fácilmente.- Se burló de él.
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Te extraño tanto.
FanfictionRenji y Byakuya se aman desde lo más profundo de su corazón. Pero a veces, el destino nos juega malas pasadas y perdemos lo más importante en nuestras vidas. ¿O tal vez ese mismo destino nos aguarde gratas sorpresas?