Te extraño tanto.

Tiempos felices.

Notas de autora:

Hola de nuevo. Como de costumbre espero que os guste este fic. Ya aviso que por supuesto que tendrá escenas de sexo, pero no tanto como en mis anteriores trabajos. Por favor, leer las aclaraciones antes de comenzar a leer la historia. Si no, puede que andéis un poco perdid@s o que algunas partes os parezcan confusas.

Notas aclaratorias:

Aunque no es un AU, tampoco es como en el manga/anime. He cambiado algunas cosas. En esta historia Byakuya y Rukia son hermanos carnales. La pequeña Rukia, fue secuestrada con solo unos meses. Por mucho que hizo el clan Kuchiki, no pudieron dar con ella. Después de unos años, con tan solo 5 de edad, logra huir de sus captores y se encuentra con Renji. Se hacen buenos amigos e ingresan ya más mayores en la academia de Shinigamis. Ahí, Byakuya la reconoce y la trae de vuelta al clan. Eso más o menos como en el manga/anime. Solo que en ese momento también nace una profunda atracción entre Renji y Byakuya. Después de varios años de esfuerzo, Renji termina siendo teniente de la 6ª división. Comienza una relación amorosa con Byakuya. También mantiene una gran amistad con Rukia. Donde comienza esta historia, todavía faltan unos 40 años para la invasión de los rioka y la traición de Aizen. Espero no crear demasiada confusión. Era necesario para poder desarrollar como yo quiero este fanfic.

Advertencias:

Contenido sexual, lenguaje soez, violencia sexual.

DISCLAIMER: Los personajes e imagen utilizados en este relato no me pertenecen y escribo esta historia sin ningún ánimo de lucro. Lo hago por el mero hecho de entretener a los lectores interesados en esta temática.

Tiempos felices.

Era de noche en el Seireitei. La paz reinaba en todo el lugar. Hacía muchos años que no vivían una época tan pacifica solo perturbada ocasionalmente por algún Holow.

Mientras que en las calles reinaba la calma y el silencio. En la habitación de cierto teniente pelirrojo todo era muy distinto. Byakuya y Renji jadeaban intentando recuperarse del orgasmo experimentado segundos atrás. Ya más tranquilos, Renji se acurrucó en los brazos de su amado.

- Renji, sabes que tengo que irme.- Le susurró el moreno, incorporándose con delicadeza en el futón hasta quedar sentado.

- Quédate solo esta noche. Por favor.- Imploró abrazando a su pareja por la espalda y hundiendo su rostro en su cuello.

- No puedo. Sería muy sospechoso si me vieran salir de tu cuarto por la mañana.

- ¿Por cuánto tiempo vamos a seguir así? No soporto estar escondiéndome de todo el mundo. ¿Cuándo vamos a poder hacer público lo nuestro?- Preguntó el pelirrojo algo molesto con la actitud de su pareja.

- Renji. No empieces otra vez con lo mismo. Cuando empezamos te dije que deberíamos ser discretos y tú estuviste de acuerdo. Si lo hiciéramos público, los ancianos del clan se me echarían encima. Todavía no están bien vistas las relaciones homosexuales en la nobleza y en mi posición es aún peor. Me presionan para que tome una esposa y pueda dar un heredero al clan. Solo dame un poco más de tiempo y no tendremos que escondernos más. Te lo prometo. Te quiero y lo sabes.- Byakuya le besó con cariño.

- Ya lo sé. Solo espero que no te cases con alguna bruja solo para contentar a esa panda de vejestorios.- Le recriminó medio enserio medio en broma.

- ¡Renji!- Byakuya se enfurruñó un poco por tan descarada respuesta.