Te extraño tanto.

La pequeña Sakura.

Capitulo 7

La pequeña Sakura.

Aizen llegó con su habitual vestimenta de capitán. Renji le esperaba de pie en el centro de la habitación. El castaño se le acercó lentamente y le tomó entre sus brazos. Le intentó besar, pero Renji con delicadeza se zafó de su agarre.

- Ya he tomado una decisión, Sosuke.- Le dijo tomando un poco de distancia entre ellos. Aizen la miró con recelo.

- Por lo que veo, no me va a gustar tu respuesta.- Le dijo mirándole fijamente.

- No puedo seguir en este lugar. He decidido marcharme al mundo humano con Sakura. Cuando estemos ya seguros, pensaré en el futuro de ambos.- Renji le miraba totalmente convencido de su decisión.

- ¿En serio crees que voy a dejar que te marches?- Sosuke se le acercó acorralándole contra una pared. Su voz era amenazante.

- Es lo que he decidido. Me dijiste que lo respetarías.- Renji intentaba escapar de su acosador.

- No lo entiendes ¿verdad? Tú me perteneces y no pienso renunciar a tenerte.- El castaño le empotro con brusquedad contra la pared cogiéndole del cuello con firmeza. Renji sentía como su garganta era aplastada dejándolo sin aliento. Intentaba con ambas manos liberarse de la presión impuesta en su cuello sin lograrlo.

- So...su....ke... no...puedo...respirar- Se estaba asfixiando lentamente.

- ¡Silencio! Tú no vas ha ir a ninguna parte. Ya me he cansado de ser bueno. Me perteneces y harás lo que yo te diga, quieras o no. Y si me desobedeces, tu hija bastarda será quien pague las consecuencias. ¿Te ha quedado claro?- después de decir esto, le propinó un fuerte golpe en el estomago que hizo al pelirrojo caer de rodillas en frente de su nuevo amo.

- Si... Aizen-sama.- Renji se doblegó ante la amenaza de lastimar a Sakura pero por dentro su furia era desmesurada. Se sentía utilizado y humillado. Su supuesto salvador se convertía de golpe y porrazo en su captor.

- Muy bien. Así me gusta. Llevo mucho tiempo esperando este día.- Aizen le arrastró del brazo sin ninguna delicadeza hasta tirarlo encima de la cama. Renji se podía hacer una idea muy clara de lo que se avecinaba.

Ya sin decir una sola palabra más, Aizen se despojo de sus ropas hasta quedar desnudo. Sin dilación, se precipitó encima de un asustado Renji. Le arrancó en segundos sus vestimentas, dejándolos en igualdad de condiciones. El castaño había perdido completamente el control llevado por la ira que le producía el rechazo de Renji. El pelirrojo solo rezaba para que ese tormento pasara lo antes posible. Aizen al ver que Renji se mantenía sumiso pero que no colaboraba, le volteo sin cuidado dejándole boca abajo en el colchón. Con su propio Obi ató las muñecas del pelirrojo al cabecero de hierro forjado. Después separó sus piernas y con brusquedad introdujo su erección en la estrecha entrada de su objeto de deseo. Renji mordió con fuerza la almohada para ahogar un grito de dolor debido a la desgarrante intromisión. Pocos minutos después, su tortura llegó a su fin. Aizen salió de el sin ningún cuidado. Se limpió y procedió a vestirse. El pobre Renji sangraba un poco e intentaba retener las lágrimas que querían escapar de sus ojos. Se sentía sucio y ultrajado. Se mantuvo estático en la misma postura al estar todavía atado a la cama.

- Espero que hayas aprendido la lección. La próxima vez si pones de tu parte, al menos no será dolorosa para ti. A mi me da igual. Y no te preocupes, parte de las medicinas que te suministran son anticonceptivos. Ni por asomo quiero tener un pequeño bastardo contigo.- Sosuke le decía esto mientras que le desataba. Renji solo pudo mírale con odio. Todavía no asimilaba del todo el nuevo cambio en su vida.