Breathe deep, breathe clear
Know that I'm here
Stay strong, stay gold
You don't have to fearI'll see you soon
How could a heart like yours
Ever love a heart like mine?
How could I live before?
How could I have been so blind?
You opened up my eyes.Heart like yours, Willamette Stone.
BIANCA
Susan y Will estaban en problemas. Lamia se había abalanzado sobre la hija de Afrodita, quien a duras penas alejaba el hocico reptil de su cara con la espada en posición horizontal.
Bianca preparó la flecha más especial que reservaba en su carcaj, una que destruía a cualquier objetivo en el acto sin posibilidad a fallar.
En una visita de Apolo y Artemisa al campamento, cada arquero había recibido una de esas como regalo. Fueron advertidos de lo insólitas que eran y les recomendaron usarlas con sabiduría, pues sería la única que conseguirían en vida. Bianca tomó esas palabras muy en serio, había guardado su flecha como un amuleto de suerte, renuente a siquiera tocarla. Esperaba encontrar el momento adecuado, el cual finalmente había llegado.
Disparó. La flecha voló con precisión hasta su objetivo y ambas se deshicieron en polvo; en el caso de Lamia, con una expresión bastante lamentable. Susan se incorporó con ayuda de un campista de Hécate, respirando con dificultad.
Por otro lado, Alabaster ignoraba los gritos de Lou y atacaba sin piedad a quién se cruzara en su camino. Tenía un corte sangrante en la mejilla y el cabello castaño más desordenado de lo habitual. Había logrado herir a más de sus hermanos, incluso algunos cuerpos yacían sin vida en el suelo.
Will, que contaba con varios cortes superficiales, intentaba enfrentarlo con una espada que probablemente había agarrado del suelo. Su arco estaba tirado a pocos metros, partido a la mitad.
El enfrentamiento era muy irregular, Will apenas tenía práctica con la espada y se veía obligado retroceder ante cada moviendo.
Bianca corrió hacia ellos. En el camino retiró su yelmo y lo arrojó a un costado. El objeto chocó con el arco dañado de Will y produjo un «crack».
—¡Alabaster! —gritó con todas sus fuerzas, como deseaba tener encanto vocal en esos momentos.
Sin embargo, funcionó.
Alabaster golpeó a Will en la cara, derribándolo en el acto. Se volvió a tiempo para recibir un abrazo por parte de la hija de Hades. El gesto lo cogió por sorpresa, pero de todas maneras alistó su espada para deshacerse de ella.
—Vuelve a mí. —Ella sollozó en su oído. Sus manos estaban enredadas alrededor de su torso y lo apretaban con fuerza—. Te quiero, vuelve a mí por favor.
La mano de Alabaster se entumeció. Las palabras viajaron hasta lo más profundo de su cerebro, despejando un poco su mente.
—Bi...anca...
Ella se separó de su abrazo y ahuecó su rostro entre sus manos. Resultaba algo difícil, pues era mucho más pequeña y se vio obligada a ponerse de puntitas.
—Así es, soy Bianca. —Sonrió—. Tu novia, la niña torpe que cayó sobre ti cuando intentaba abrazarte —Extendió su sonrisa, sus ojos contenían lágrimas.
—Destruir a la hija de Hades...
—No, escúchame —sollozó e hizo que la mirara a los ojos—. No puedo hacerte daño, y sé que a pesar de lo que digas, tú tampoco eres capaz de dañarme. Debes parar, sé el chico rebelde que conocí sigue dentro. ¡Saca a la luz tu inconformidad, Alabaster! ¡Lucha!
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La venganza del abismo
FanfictionDespués de la guerra contra Gea, la paz no duró demasiado. El campamento recibe una visita inesperada de un semidiós con problemas de lealtades. Otra profecía es revelada, exponiendo al mundo entero a un destino fatal. Los héroes del Olimpo encarar...