3. Revelación de la profecía.

1.7K 95 70
                                    


Who knows how long
I've been awake now
The shadows on my wall don't sleep
they keep calling me, beckoning

Who knows whats right
the lines keep getting thiner
My age has never made me wise
but I'll keep pushing on

There's nothing left to say now
Giving up now.

Nothing left to say, Imagine Dragons.

NICO

Nico se encontraba flotando en la nada.

Todo a su alrededor era negro, como un vacío de oscuridad absoluta. Se preguntó si así se sentía estar en el espacio, sólo que sin estrellas, planetas ni ningún tipo de iluminación. Claro, también habría que tomar en cuenta las necesidades biológicas del cuerpo humano, pero su idea se centraba en la sensación hipotética anímica.

Frotó sus ojos y notó que una chica se encontraba sentada cerca de él. Su cabello era rojizo y rizado, abrazaba sus piernas con fuerza y mantenía el rostro escondido entre sus rodillas.

—¿Rachel? —La voz de Nico produjo un poderoso eco.

Ella levantó la cabeza; sus ojos estaban enrojecidos, como si hubiera estado llorando.

—¿Nico? ¿Qué haces aquí?

Nico se encogió de hombros con tristeza.

—He venido a rescatarte y a escuchar la profecía.

Rachel se levantó como pudo.

—¿Lo sabes? ¿Quirón te lo ha contado?

Nico asintió, mirándola fijamente. Rachel desvió los ojos con culpabilidad.

—Yo... lo siento mucho. Con Quirón no pensamos que esto fuera a pasar tan rápido, o de esta manera.

Ella se quedó mirando el vacío mientras una lágrima escapaba de su ojo izquierdo. Nico suspiró, se acercó flotando y le puso una mano sobre el hombro.

—Eso ya no importa, ¿okay? Lo importante es que ambos estamos aquí por una razón y esa es escuchar la profecía. Tártaro debe detrás de todo.

—Lo está —confirmó Rachel—. Él ya me dio la profecía. Y no me gusta.

Nico la miró sorprendido y algo asustado. La profecía ya se había revelado y si tenía a Rachel de esa manera, él no estaba seguro de quererla escuchar.

Se obligó a calmar sus nervios.

—¿Crees que puedas recitar nuevamente la profecía?

Rachel asintió lentamente con la cabeza mientras otra lágrima bajaba por su mejilla.

Estaba muy asustada. Era sólo una frágil mortal y Tártaro la estaba atormentando de manera ruin, algo que se debe hacerse solo con los mestizos. Sintió rabia. ¿Cómo se atrevía?

Los ojos de Rachel se volvieron verde brillante y la niebla de oráculo se arremolinó en torno a su cuerpo. Habló con voz rasposa y multiplicada.

Donde se creyó que reinaría la paz
se librará una batalla despiadada
La venganza del abismo arrastrará
a los semidioses a su sombra,
en un metal reside la esperanza
Ante la desesperación una terrible decisión,
solo un alma pura podrá ver la verdad
El hijo de la magia escogerá un bando
en donde hallará su último camino.
A renovar conexiones familiares 
con ayuda del fuego del hogar y el tiempo 
mientras se derraman sangre y lágrimas

La venganza del abismo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora