One Shots | Spideypool

Llamada al 911

Sin super poderes
Wade no tiene cicatrices

Peter iniciaba su jornada como contestador de auxilios. Estaba acostumbrado a recibir todo tipo de llamadas, desde adolescente haciendo bromas, hasta temas serio. El teléfono comenzó a sonar, contestó de inmediato comenzando a rastrear el número para saber su ubicación de antemano.

— 911, ¿Cuál es su emergencia?

— ¿Cuál es su emergencia?

— ¿Hola?

— Hola

— Hola, ¿Cuál es su emergencia?

— Acabo de matar a dos personas y un perro..

— ¿Dos personas? ¿Puedes decirme su sexo?

— Las dos son mujeres, el perro era macho jaja..

— ¿Cual es tú nombre?

— Wade, ¿Cuál es el tuyo?

— ¿Mi nombre? Lo lamento, pero es confidencial.. Wade necesito que te quedes donde estas, la policía está en camino.

— Oh, de acuerdo, esperare.. No soy una persona agresiva.

— De acuerdo..

— ¿Puedo hablar contigo en lo que llegan?

— Claro, ¿que relación tenias con esas mujeres, Wade?

— Era mi novia y mi suegra.. También mate a su maldito perro Doggy, estoy algo arrepentido..

— ¿Por matar a tú novia?

— No, por matar al perro. No quería hacerlo pero el no dejaba de ladrar..

— Okey.. Wade, ¿como las mataste?

— Las apuñale

— ¿Estas seguro que están muertas?

— Si, me asegure que estuvieran tiesas.

— Wade, ¿sufres de alguna enfermedad mental?

— No

— Bien, ¿sigues en la escena del crimen?

— Si, aquí estoy

— La policía llega en diez minutos.

— Bueno

— ¿Cuantos años tienes, Wade?

— Veintiséis, ¿y tú?

— Oh, es verdad, no puedes decirme..

— La policía ya llego, ¿puedes abrir la puerta calmadamente, Wade? Así ellos no utilizarán la fuerza.

— Bien, voy a colgarte..

— De acuerdo.

— Me gusto hablar contigo.. Tienes una voz muy sexy.

Apenas la llamada termino, Peter envió las anotaciones y audio a la estación de policía. Con un mal sabor de boca, siguió respondiendo otras llamadas de auxilio. Era raro que un criminal confesaré su crimen, pero eso no significaba que no pasara, en realidad, era más común de lo que creían.

Peter no lograba entender ¿por qué?
Este hombre no mostraba signos de arrepentimiento, ¿entonces por qué querer delatarse?

El cerebro humano era sorprendente.