Capítulo 20

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Enfrente de la cama, se encontraba un sofá pequeño para dos personas de color café oscuro; Yoongi permanecía sentado con solo tener puesto una bata de baño, sin tener nada abajo suyo, su cabello ahora estaba medio húmedo por el baño que había toma...

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Enfrente de la cama, se encontraba un sofá pequeño para dos personas de color café oscuro; Yoongi permanecía sentado con solo tener puesto una bata de baño, sin tener nada abajo suyo, su cabello ahora estaba medio húmedo por el baño que había tomado, sus ojos estaban llenos de ojeras por no dormir lo suficiente.

Sus labios estaban resecos y maltratos por haber sido mordido y succionado a la fuerza, por un sicópata llamado Jeon Jungkook, conocido como su ex coronel cuando iba a la academia militar.

Sus mejillas y cuello, estaban llenos de hematomas por los golpes que recibía cuando no hacía lo que decía el coronel Jeon, su cuerpo estaba maltratado y adolorido de tanto forcejeo que el hacía; sus rodillas estaban pegados a su pecho y su cabeza estaba inclinado de un lado, mirando con atención la puerta de la entrada.

Sin quitar la mirada, hizo una mueca de dolor después de lastimar sus muñecas por las esposas que tenía puesto en sus manos; levantó sus manos con mucho cuidado y con rabia y enojo miraba las esposas que tenía a cada lado de sus muñecas.

Ignoro el dolor y sólo volvió de nuevo a poner sus ojos en la puerta, por dentro  se veía como si pudiera abrirlo con facilidad, pero la verdad es que no podía abrirlo, lo había intentado de muchas formas y en ninguno tuvo resultado.

Habían pasado ya días o semanas que Yoongi estaba en esta habitación o sótano como el coronel Jeon lo había nombrado, había sido abusado ya tres veces contando con lo de antier, para su suerte, sí se podría llamar "suerte", el coronel Jeon salía y regresaba por días después, aunque Yoongi no se miraba contento de mirarlo cuando regresaba, debía admitir que se sentía mucho paz de no verlo por unos días.

Pero ahora tenía de nuevo miedo y escalofríos de solo pensar que vendrá de nuevo el coronel Jeon, por esa razón no podía conciliar el sueño, porque siempre por las noches llegaba a lastimarlo sin importarle sus ruegos de no hacerlo más y de dejarlo libre.

Y por las mañanas, antes de que saliera el sol, se iba con una mirada de no quedar satisfecho a pesar de joderlo toda la noche, no sin antes amenazarlo con hacerle más daño de lo que ahora recibía, si hacía una tontería.

― ¿Por qué?... yo... ― Sin obtener respuesta que ni el mismo esperaba, cerró sus párpados con cansancio.

Sus ojos rogaban por ser cerrados y sin darse cuenta, se quedó dormido. Preguntándose muchas veces porque él y no otra persona; El siempre fue bueno con todos, nunca insulto o pego a nadie, siempre fue un niño extrañando el amor de su madre y ignorar todas las palabras feas que recibía por parte de su progenitor o compañeros de la escuela.

No entendía porque sufría como ahora lo hacía, quizás en su otra vida había hecho algo muy malo para tener este castigo que ningún otro hombre o mujer, aguantaría este infierno.

Pero para ser honesto consigo mismo, no esperaba algún rescate por parte de su progenitor, sabía que no lo había reportado a la policía para buscarlo, sabía que en éste mismo momento se encontraba con algunas de sus secretarias en algo íntimo, no tenía ninguna prueba de cómo comprobarlo, pero conocía muy bien a su padre.

Obedece al coronel (Kookgi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora