FINAL.

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La vida sigue su curso aun si deseas que esta se congele en el tiempo que vives ahora. Para todos en la capital de High Mountain no fue la excepción.

Pasados los meses en donde el camino de todos prosiguió trajo consigo un subir y bajar en las emociones y vivencias de algunos. Lo más impactante quizá para muchos fue la huida del padre de Jungkook de la celda en la que estuvo confinado; y aunque mucho tiempo le buscaron por los alrededores pronto se supo que el hombre había caído en manos de un bandido que había querido tomar todas sus posesiones.

Causándole irremediablemente la muerte.

Quien más sufrió la pérdida no fue la madre de Jungkook, quien de alguna manera se anticipaba a nada bueno desde la sentencia, sino él.

El reciente comisario lamento tanto que la partida de su padre fuera de esa manera y deseo verle una última vez antes de aquello y así poder haber hablado con él para decirle que le había perdonado por lo que había hecho y que ya no estaba molesto con él, porque era su padre y lo amaba. Pero las cosas no sucedieron así.

Sin embargo y repitiendo lo antes dicho, la vida siguió su curso.

Y las personas continuaron avanzando no quedándose estancados en el pasado. Como Dahyun, que luego de su impecable trabajo en la taberna había logrado atrapar el corazón del hijo del dueño.

¿Cómo lo había logrado?

Fue más un golpe de suerte.

Sucedió hace mucho tiempo, cuando la taberna aún era un caos viviente y habían echado la suerte al aire como una moneda. Dahyun con toda la preocupación y estrés al límite había querido relajarse un poco e ir al sanitario para retocar sus labios y ajustar más el corcel de su vestido, pero antes de que pudiera girar a la derecha para ir directo al fondo del pasillo, encontró una figura nueva husmear cerca de la oficina del señor Song.

Y con toda su recién adquirida autoridad como empleada del lugar tomo lo primero que vio en su mano y con una valentía que solo las mujeres Kim poseían, enfrento al hombre misterioso.

En medio de un pequeño escándalo y un malentendido que solo llego a una reunión en la oficina del señor Song con el hombre atónito mirando a su hijo con un enorme chichón en su cabeza y a la doncella tan apenada que ni siquiera podía subir la mirada a alguno de los hombres.

El nombre del joven misterioso husmeador no era otro más que Song Kang y era el hijo del dueño de la taberna que venía de visita para ver a su padre con la excusa de compartir con él su cumpleaños. Dahyun estaba tan apenada con él que temió en grande cuando el hombre de la taberna les dejo solos para recibir al nuevo empleado que trabajaría codo a codo con su querido primo.

Sintió su pulso ir a mil por hora y sus mejillas calentarse de la vergüenza.

Pero el muchacho había sido tan amable con ella y tan paciente que de verdad deseo no haber sido tan tosca con él.

— Joven Song, quiero disculparme por el inconveniente que he causado. Por favor, no arremate en contra mía por mis actos bestiales.

El joven le había sonreído antes de susurrarle con una cálida voz que erizo su piel desde la punta de los pies hasta la cabeza.

— No tengas cuidado dulzura.

Dahyun había quedado cuan cachorro aturdido por las palabras que no esperaba escuchar de un joven de tan alta clase. Esperaba, bueno, hasta el destierro por su insolencia pero ser consolada de esa manera por un joven bastante apuesto y adinerado...

Era otra historia.

— Ha sido una buena experiencia ser recibido por alguien en todo caso. Permíteme disculparme también por mi imprudencia y si te he asustado por mi impulso.

Tan lejano como el oeste; KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora