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La mañana de ese día todo estaba en calma en Crystalline, podía pasar como uno de los tranquilos días que solían atravesar por ese tiempo, pero la llegada de un Mercedes Benz W143 color negro llamo la atención de más de uno en el pueblo.

Haciendo su parada frente a la única taberna del silencioso pueblo, cuatro hombres bajaron con elegancia del vehículo. Tres de ellos eran reconocidos: dos siendo los adorables hermanos hijos de la viuda Kim y uno de ellos el joven hijo del banquero.

Más la presencia nueva de aquel varón exuberante y destellante les asombró.

Entraron en la taberna haciendo presencia como sólo Min Yoongi podía hacer. Detrás de él, Jimin sonreía con encanto a algunas caras conocidas y a sus espaldas, la pareja de jóvenes que se ganó la completa atención de todos los presentes.

El joven a quien todos en ese lugar conocían vestía un elegante traje negro que contrastaba a su brillante cabellera rosada, sus mejillas adornaban su rostro con un bello tono rojizo y sus ojos brillantes lo hacían ver realmente encantador.

Un adonis, suspiraron murmurando algunas doncellas.

Y tomando su brazo como un caballero, se encontraba una poderosa figura a su lado. Un hombre con el cabello perfectamente hecho y unos ojos agresivos. Era una figura nueva para todos y la manera en que tomaba con posesión el brazo del jovencito hacia ver cuán cercanos eran.

Kyunsun siguió detrás de la barra con la mandíbula hasta el suelo y se había detenido de limpiar un tarro en el aire.

¡Ese era su Jin! ¡Estaba aquí y se veía condenadamente fenomenal!

Sonrió dirigiendo su mirada con orgullo hacia Jungkook y se deleitó con la impresión en sus ojos y el mar de emociones que pasaban por su rostro.

Sufre, Jeon.

Seokjin sentía todas las miradas encima de él y se mareo sintiendo como el aire dejaba sus pulmones y su vista se nublaba. El agarre suave y seguro que Namjoon le ofrecía era la única razón por la que seguía avanzando y no se había tirado al suelo o había salido huyendo.

Porque deseaba huir de allí. Huir de las miradas acusadoras que taladraban en su mente.

Deseaba huir de una mirada en específico.

Los cuatro tomaron asiento en una mesa del centro de la taberna dejándola en un incómodo silencio y de inmediato, Kyunsun saltó detrás de la barra feliz para recibir a su pequeño Seokjin.

— ¡Jin!

Los ojos de los cuatro chicos se posaron el castaño exageradamente feliz que venía hacia el mencionado. El mayor de todos sonrió y se levantó de su asiento recibiendo a su ex compañero de trabajo con mucha efusividad.

Fue un abrazo lleno de muchas emociones, Kyunsun planeaba lloriquear haciendo tantas preguntas con Jin aun en sus brazos, pero el carraspeó y un pequeño tirón causando que su amigo se separara de él fue la razón por la que rompieron el abrazo.

El joven al cual aún no conocía lo miraba interrogante y serio, pero había algo sobre él que Kyunsun no comprendió. ¿Por qué tomaba al chico peli rosa por la cintura de esa forma?

¿Quién era él y que relación tenía con el chico?

— Hola Kyun, ¿Cómo ha ido todo aquí?

La tierna voz del chico lo alejo de aquellos pensamientos y olvidando la persistente mano que seguía en donde mismo, sonrió con cariño a todos y suspiró liberando sus hombros de la pesada tensión que había sentido todo este tiempo.

— Te extrañamos tanto Jin. Nada es igual aquí desde que te fuiste, el viejo Iseul te extraña, ¡le hará muy bien saber que volviste! Le diré a Kang que le llame...

Tan lejano como el oeste; KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora