V☆彡 El Fantasma de Rocadragón

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   SER LUTHOR LARGENT NO CUESTIONÓ LA DESCABELLADA IDEA de Harlen sobre hacerlo viajar como polizón en el barco que la Mano del Rey usaría para llegar a Rocadragón. Aunque el oficial de los capas doradas fue sincero con él bajo cubierta una vez que se despidió de Xontar, haciéndole prometer al estiveño que no le diría una palabra a su madre hasta su regreso, pero sí llegaba a darse cuenta, sólo la tranquilizaría sin darle su ubicación.

     —No lograrás llegar antes que ese bastardo Hightower, el camino a Rocadragón sólo es uno y algo estrecho, pero lo único que podrás evitar en todo caso, será un derramamiento de sangre—aclaró Ser Luthor.

    —Haré lo que tenga que hacer, pero... sí Daemon se deshace de Otto, sería como sacar una piedra en el zapato—Harlen había meditado al sentarse en una de las cajas dónde se guardaban distintos tipos de armas, desde espadas hasta hachas o manguales.

     —No te confundas, chico, tienes que aprender que uno sólo hace un movimiento fuer, como un asesinato cuando existen las condiciones adecuadas. Otto Hightower irá acompañado de miembros de la guardia real y más de un cadáver... son difíciles de ocultar.

     —No sino queda nada —murmuró, pensando en el funeral de la reina Aemma y con solo una llamarada, bebé y madre quedaron incinerados, nada más que cenizas que bien pudo habérselas llevado el viento sin quedar prueba de que existieron más que en la memoria.

     Harlen permaneció oculto dentro del mismo cofre en el que lo habían llevado, aunque de vez cuando la marea lo hacía salir o entreabrir la tapa, ya que se sofocaba o había pequeñas nauseas después de tener tiempo de no navegar. Probablemente desde los cinco cuando hicieron un viaje a la ciudad de Antigua.

    Fueron dos largas horas que le sirvieron a Harlen para meditar entre el romper de las olas y el clima fríamente gris que ocupaban las islas cercanas a la casa del dragón. Harlen pensó en que más allá de una prevención, Daemon intentaba llamar la atención de su hermano, trataba de provocarlo y hacerse notar, porque su primo no soportaba ser ignorado.

    ¿Realmente estaba ten ciego en seguir a Daemon por lealtad que no era capaz de ver objetivamente que era lo más conveniente para él y su familia?

    —Pero Daemon será rey algún día—Harlen murmuró en un susurrante tono que solo los muertos del mar podrían haber escuchado—, entonces el recordará a sus seguidores.

    Una vez le había preguntado a su padre:

    —¿Nunca has querido ser rey?

    Kadar Lazadhor se rio, dejando que acomodaran sobre sus sienes la pesada corona de cristal que dibujaba el arcoíris bajo el toque de la luz—¿Rey? No, los reyes tienen muchos problemas, pero ¿Un Septón Supremo? Tiene más poder que cualquier rey con dragón, un septón corona reyes, los aprueba, sin nosotros no son mucho, hijo mío. ¿Para qué gobernar a la vista cuando puedes hacerlo en las sombras?

SINNERS ─── Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora