S | ❝El Septón Supremo es mi padre, él nos absolverá de todos nuestros pecados.❞
Harlen creció en el seno de la familia Lazadhor, liderados por el patriarca Kadar. Observando como pasaban de ser una casa extranjera, proveniente de Volantis a o...
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OJOS ROJOS VIO EL VIEJO REY, ojos de rubí como los que el septón Barth le hablaba que poseían los asshantis, ojos de sangre como los que veía en sus sueños proféticos que parecían más otra alucinación de su constante leche de amapola por sus últimos días desde la partida de su reina y hermana Alysanne. Sin embargo, no, no eran fantasías, eran los Lazadhor.
Esa estirpe carroñera que conjuraba magia de sangre, la misma con la que su hija, había mezclado la sangre del dragón. Jaehaerys sabe que nunca confió en la razón de su hija, pero la visión del septón con ropajes blancos y ojos rojos, lo aterro.
Kadar Lazadhor estuvo ahí el día en que los señores de Poniente le negaron a la princesa Rhaenys Targaryen, hija única del primogénito de Jaehaerys, el príncipe Aemon y lady Jocelyn Baratheon el trono de hierro por encima de su primo, Viserys, hijo de Baelon, hermano menor de Aemon.
Harlen había escuchado como su padre tuvo el privilegio de acompañar al rey desde Desembarco del Rey hasta Harrenhal como el representante del Septón Supremo que estaba demasiado enfermo para hacer el viaje desde el Septo Estrellado en Antigua. Pues en sus cortos meses de reasignación, Kadar había puesto en juego sus trucos en la triarquía para hacerse de su lugar entre la Fe de Poniente, del mismo modo que en Volantis.
Sus medios hermanos, Joren y Baharis habían presentado su reclamo como herederos de los Siete Reinos, pero sus peticiones fueron olvidadas entre otras diez. De las catorce solicitudes, sólo dos fueron escuchadas por su abuelo, ese Viejo Rey del que su madre tanto desdeñaba. Al menos Harlen nunca había escuchado ni una palabra buena sobre el Conciliador de la boca de la princesa Saera, algo que fue bastante confuso durante su infancia.
Pues pasarían dos años del Gran Consejo del 101 después de la Conquista para que Harlen hiciera más que escuchar palabras que apenas entendía. Contaba haber pasado tres veranos en su existencia cuando el Desconocido se llevó el alma del Septo Supremo al sucumbir a su vejez, lo que produjo la ascensión de su padre un mes después como la nueva voz de los Siete, en resultado de los votos de los máximos devotos.
Su padre se había convertido en el hombre más joven en obtener el título, tenía cuarenta y seis, pero su tardía temporada de elección pareció predestinada cuando tres noches después, el rey Jaehaerys I exhaló su último aliento. El barco que atracó días más tarde en Volantis, trajo las noticias a la casa Lazadhor y una semana más tarde, su madre había abordado un barco con él y sus hermanos.
Su madre no escondió su identidad cuando sus barcos arribaron en la capital, por lo que Harlen pronto aprendió el significado de la palabra "bastardo". El rey Viserys invitaría a su tía Saera a volver a la corte, ofreciéndole de vuelta sus aposentos en la Fortaleza Roja, pero con una sonrisa burlona, su madre los rechazaría y compraría una casona en la Calle de la Seda que convertiría en su propio burdel.
