XVIII☆彡Un Mal Necesario

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     NO SE PODRÍA NEGAR QUE THAEGEL LAZADHOR ERA UN HOMBRE DE PALABRA, pues cuando dijo que haría de la vida de su hermano un infierno, cumplió por al menos un año antes que la guerra en los Peldaños de Piedra escalara y el Septón Supremo nuevamente le cediera parte de la flota Redwyne y Hightower para apoyar, pero antes de eso... los cuatrocientos días después de que Harlen volvería a Cueva Negra como el señor legítimo ante los dioses por decreto real y de la Fe, no fueron fáciles.

      Parcialmente tuvo que renunciar a co-capitanear a los Sabuesos del Infierno que desembarcaron en las costas de la Tierra de la Corona con sus hermanos y madre al tercer día de su llegada, misma noche en que Merla volvió al Dominio con su hijo menor, así como Thaegel aparecería a lomos de Ola Salvaje.

     —Hermano, creí que estarías esperando a tu esposa en... Lago Frondoso—Harlen mencionaría desde la cabecera de la mesa al verlo entrar por las grandes puertas del salón de banquetes donde los señores de Valle Oscuro, Fuerte Pardo, Hayford, Stokeworth y Rosby volvían a ser sus gustosos invitados.

    Además de Aemond, pues el jinete de Vhagar había volado al medio día para encontrarse con él después de ver los barcos con la vela de negra y un perro de tres cabezas hondeando por la bahía de Aguasnegras. Por un momento, toda la Fortaleza Roja había entrado en pánico, incluso su abuelo ordeno que mandaran llamar a lo que quedaba de la flota Velaryon en Marcaderiva, pero sus miedos se descartaron cuando su madre denotó que avanzaban.

    Ellos no eran ningún objetivo.

     —Merla puede cuidarse sola, ella dirigía muy bien el lugar antes, pero ya que todos creen que soy un inepto que debo aprender todo de ti, oh, gran príncipe—Thaegel había caminado con un porte tambaleante y una mueca sardónica, su misma lengua era una burla—. Me dije, ¿Por qué irme? A menos por supuesto, que tú desees separar a un padre de su hija y echar a tu hermano, ¿O no has perdonado mis duras palabras guiadas por el vino?

     Harlen sonrió forzadamente sin mirarlo, al sentir su embriagante aliento en su oído que, en los años siguientes, terminaría por pudrir sus dientes. El Carroñero podía consumirse por el odio y la insensatez, pero aún tenía el ingenio sádico. Había hecho sus movimientos en público para comprometer la reputación de Harlen.

      Saera y Bashira mirarían con preocupación a Thaegel cuando la atlética figura de Harlen se levantó de la mesa, Baharis y Joren permanecieron a la expectativa mientras que Aemond había quitado sigilosamente el cuchillo del jabalí en la mesa, sosteniendo el mango por debajo de la mesa mientras seguía fingiendo comer con indiferencia.

     —Por supuesto que no, Thaegel. Nada como tener a mi familia bajo el mismo techo, cómo cuando éramos niños. Arlenna será mi copera, Tavion mi escudero y me gustaría que estuvieras aquí para que le enseñes a navegar, ya que Tyland no estará cerca, ¿No es así, sobrino?

SINNERS ─── Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora