EL REY VISERYS I TARAGRYEN PASARÍA A LOS BRAZOS DE LOS DIOSES por la noche, pero eso Harlen no lo sabría, pues él mismo había pasado una noche febril y agonizante en su cama, entrando y saliendo en estados de breve conciencia, más por el tratamiento de sanguijuelas impuesto por el Gran Maestre Orwyle que por el propio veneno.
Había sido tratado en cuanto entró en la habitación, cargado por dos guardias. Sólo Arlenna y Tavion fueron obligados a retirarse para descansar, pero en cuanto a Saera y Aemond, ambos se habían mantenido despiertos toda la noche, negándose a abandonar la alcoba aun cuando los maestres les explicaron que, aunque contaba con los síntomas de veneno, podía ser una enfermedad.
—No ha parado de repetir el nombre de Bashira—Aemond mencionó al otro extremo de la habitación, habita estado caminando de un lado al otro, primero en el balcón y ahora dentro, parecía que iba a hacer un agujero en el suelo.
Sus manos sudaban por momentos cuando su único ojo observaba el trabajo de los maestres, había por los menos dos alrededores de la cama mientras Orwyle depositaba dos sanguijuelas en el cuello de Harlen. Aemond se estremeció al ver como los animales se oscurecían, al tiempo en que sus cuerpos se encogían y hacían más voluminosos.
—Tavion saldrá en Gaemyx por la mañana a buscarla, Bashira no está lejos. Ella sabrá que hacer—Saera mencionó abrazando un poco más su chal de seda blanca a sus hombros, la madrugada era fresca.
—Debemos darles tiempo a las criaturas para absorber la mayor parte del veneno, altezas —Orwyle informó.
—Eso no funcionó con el Septón Supremo Kadar. ¿No has identificado que veneno es? Sí tiene antídoto debemos conseguirlo
—Por el continuo sangrada nasal, deduzco que pudo ser el Largo Adiós.
El ojo de Aemond lo escudriñó con severidad, había estado callado, más como un observador, silenciosamente ansioso por hacer algo, quería ir el mismo e interrogar a cada cocinero de la Fortaleza Roja. Estaba dispuesto a ejecutar con su propia espada a los responsables, pero a la vez temía que, al investigar, su abuelo, o peor aún, que su madre estuvieran detrás de tan vil acto.
No lo dudaba, Harlen nunca les había agradado y lo veían más como una amenaza bajo su techo.
—¿Largo Adiós? Ese veneno mata en poco tiempo. Él mostró síntomas desde hace horas y aún vive—Aemond masculló entre dientes al acercarse a la cama, sólo buscaba a quién culpar, a quién castigar por lo que consideraba, su propio descuido.
Harlen respiraba con dificultad, su cabello estaba casi lacio, sus ojos ojerosos, su piel ahora fría, pero sudorosa había tomado un tono mortecino, aquella vista entristeció profundamente su corazón y lo llenó de una ira desmesurada que borboteaba en la superficie.
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SINNERS ─── Aemond Targaryen
FanfictionS | ❝El Septón Supremo es mi padre, él nos absolverá de todos nuestros pecados.❞ Harlen creció en el seno de la familia Lazadhor, liderados por el patriarca Kadar. Observando como pasaban de ser una casa extranjera, proveniente de Volantis a o...