VI☆彡Los Carroñeros

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      DE INVIERNO A VERANO Y LUEGO EL INVIERNO OTRA VEZ, dos años habían pasado en las tierras de Poniente desde que tenían una nueva reina y la dinastía Targaryen le sonreía al futuro con el alumbramiento del príncipe Aegon, segundo de su nombre, e incluso, algunos atrevidos que no apreciaban su lengua, ya le llamaban, el futuro rey.

    Dos años también habían pasado para Harlen en su exilio figurado en Cueva Negra, teniendo que colgar con amargura su capa dorada, pero abandonando Desembarco del Rey a lomos de Fantasma Gris, Harlen se había propuesto hacer del viejo asentamiento de la casa Barnareon, la madriguera de las hienas Lazadhor.

     Su padre, el Septón Supremo se había encargado de enviar los fondos necesarios de Volantis -y las arcas de la Fe- para costear cada mueble, sirviente, balsón y animal que abasteciera el castillo, dejando una sinuosa cuenta en manos de Harlen para que siguiera con las mejoras necesarias dentro del feudo.

     El septon Bronden había llegado desde el Septo Estrellado para asesorarlo en asuntos financieros y Xontar marchó con él con el fin de encargarse del entrenamiento militar de los mercenarios que contrató para volveros sus soldados. Necesitaban la fuerza más allá de la palabra.

    Harlen tenía catorce años cuando admiró por primera vez la construcción forjada con cantera negra y magia de sangre de los mismos textos perdidos de Valyria. A pesar de que había sufrido un incendio de las magnitudes de Harrenhal, la estructura estaba intacta. No hubo mucha iluminación cuando los balsones negros con la hiena en fuego valyrio empezaron a adornar las paredes o las banderas ondeaban en las torres.

     El patio se llenó con hombres de armaduras de placas negras y hienas por hombreras hasta que los primeros habitantes llegaron por centenares al sexto mes de la llegada de Harlen. El mismo Septón Supremo había llegado para bendecir el nuevo hogar de su familia, deseando nada más la buena fortuna del padre celestial y otorgándole a su hijo la sabiduría de la Vieja.

    Durante la semana posterior, su padre le ayudo a poner en marcha las minas de diamante negro y su madre viajo a Marcaderiva para negociar con la princesa Rhaenys el uso de diez barcos que no estuvieran ocupando en los Peldaños de Piedra -pues Daemon y Corlys habían iniciado una guerra abierta con la Triarquía-. Escéptica, la hija de Aemon cedió, pero no sin un alto precio de quinientos dragones de oro por barco en cada embarco, cobrando el ir y regresa en pagos aparte.

    —Construye barcos en cuanto esos diamantes te generen ganancias—Kadar había estipulado.

     Hubo muchas inversiones y pocas ganancias a ojos de Harlen en su primer año, pero su madre le aseguro que era normal al ser el comienzo de un señorío, necesitaba crear una economía antes de gozar de sus frutos.

     Agricultura, ganado y un pequeño puerto para implementar la pesca, fueron los siguientes pasos de Harlen, sabía que no serían una potencia en aquellos aspectos, pero su objetivo era también ser autosuficientes y no dejar que sus protegidos murieran de hambre. Necesitaba que la población creciera amando a sus señores, no odiándolos.

SINNERS ─── Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora