Parte sin título 8

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A la mañana siguiente, recorrimos el lugar, y una especie de hospital, donde tenían a las personas mas enfermas del lugar, con algunas complicaciones que no encontraban solución para su cura. Así que decidí empezar con el diagnostico de cada uno de los enfermos y darles algunas recomendaciones a los  doctores. Pero en mente se encontraba también pensando en una sola persona "Balduino" ¿se encontrar bien? ¿Cómo estará después de la recaída? . Pero nuevo mi cabeza en negación y digo para mi —Keyla, debes olvidarlo, no te conviene!!

—Le sucede algo joven Keyla—escucho la voz del medico Paul

—Todo esta bien, gracias por preguntar.

—estoy muy impresionado con usted, disculpe por ser muy sincero, pero desde que la vi en Jerusalén, me sorprende su inteligencia.

—Muchas gracias, pero cuando te amas lo que haces se nota no cree?

—Si mi joven, eso es cierto, mis padres me criaron para poder servir a los demás, sacrificaron tiempo y dinero en mis estudios, lejos de estas tierras, no fue muy fácil, pero pude lograr llegar hasta donde estoy.

—usted es de aquí? 

—no mi joven, soy de los condados de Edesa, allí están mis padres y hermanos, y usted de donde proviene.

Mi mente quedo en blanco, no sabia que responder—Vengo mas allá del extenso mar, mis padres fallecieron hace años, fue una de las razones por las cuales estudie medicina.

—lo siento, porque no pasamos a la mesa, ya han servido el almuerzo.

Paul, es un joven muy atento, inteligente, es alto, sus ojos son verdes, cuerpo varonil y tes blanca.—joven Keyla

—Solo dígame Keyla, Paul

—me parece bien, comamos.

Luego del almuerzo, pasamos a reunirnos, para debatir diferentes tipos de tratamientos y cuidados, ellos me explicaron las diferentes plantas y como las utilizaban.

Todas la tarde se nos dieron indicaciones para emplear a las parteras y ayudarlas, para cuando surja alguna complicación estén preparadas, siempre Paul estaba conmigo, explicándome y a la vez sus chistes me hacían reír, la verdad me agrada su compañía me hace olvidar un poco todo lo que mi corazón y mi mente recuerda, puedo decir que es como tres años mayor que yo.

—Bien Keyla, hemos terminado, por hoy, ya es tarde, veo que es pasada las once de la noche

—Si no pareciera verdad

—Le gustaría que la invitara a una copa de vino, antes de acostarse?

—Uff me vendría bien gracias

Paul, me llevo a un lugar cerca de la entrada del palacio, y allí unos sirvientes nos llevaron vino, con un poco de frutas.

—que edad tiene Paul?

—mi edad, ríe, primera mujer que me pregunta mi edad, tengo 26, y tu Keyla

—Yo 24 años

—y aun esta soltera? porque, no lo entiendo

—aquí se cansan  a muy temprana edad, donde yo vengo aun soy muy joven para casarme, debemos estar seguros de que la persona con la que elegimos estar el resto de nuestra vida sea la correcta. No nos apresuramos a tal acontecimiento, además debemos estar enamorados, bueno en casi todos los casos es así, muy poco veo que se casen por conveniencia.

—si, yo estuve casado, pero pues lastimosamente mi esposa falleció, por una enfermedad del corazón y no puede hacer nada.

—Lo siento mucho Paul, debió ser muy difícil, esa situación, siempre mi madre decía que cuando ya cumplimos nuestro propósito en la tierra Dios nos llama.

La Fecha del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora