Capítulo 21

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—Keyla, te encuentras bien.

—Que me sucedió, Matt

—El rey me llamo, ya que tuviste un trance y te desmayaste, debes entender más que nadie que los recuerdos llegaran poco a poco, no te tomes las cosas muy aceleradas.

—Matt entiende me, aun no entiendo muchas cosas, solo recuerdo pedazos de situaciones que vienen a mi mente.

—A ver quiero ponerte a prueba, Que debes hacer cuando llega un paciente con embolia pulmonar?

—Matt por favor.

—Contesta Keyla, necesito evaluarte

—puede ser difícil de diagnosticar, especialmente en personas que tienen una enfermedad cardíaca o pulmonar subyacente. Por esa razón, es probable que el médico analice tus antecedentes médicos, te haga un examen físico y ordene una o más  pruebas, como análisis de sangre, radiográfica toráxica,  angiografía pulmonar por tomografía computarizada.

—bien, sabes estaba un poco preocupado de que olvidaras todos tus conocimientos, pero debo hablar contigo algo muy serio, que necesito que sepas.

—me asustas, que sucede.

—Mira antes de que perdieras la memoria Amelie y Balduino se iban a casar, pero ninguno de los dos quería tal compromiso, los querían casar  de manera autoritaria, así que mientras estabas en recuperación los padres de Amelie, hablaron con los de la corte y los de la iglesia, no sé bien su nombre, pero se reusaron a tal matrimonio, a parte de las advertencias de la madre del rey, del cual se libraron gracias a la protección del rey, y pues ya eso paso un semana atrás, y no sé cómo decirte pero...

—Que paso entonces?

—Keyla, nuestro viaje de regreso será entre  unas semanas, y tome la decisión de quedarme aquí, con Amelie. Nos casaremos.

—Matt, no sé qué decirte, a la vez estoy muy feliz por ti, pero a la vez triste porque tendré que regresar sola.

Matt me ha hecho sentir un vació en mi corazón, lo único que puedo hacer es llorar, de alegría y tristeza al mismo tiempo, el me abraza y me recuerda lo mucho que me quiere, pero su mayor deseo en estos momentos es quedarse a lado de la mujer que ama.

—estúpido, Matt, te quiero como un hermano, y la verdad me alegra mucho, saber que eres feliz, solo te pido algo.

—lo que quieras

—Quiero estar en tu boda, antes de que parta.

—Claro que sí, solo que no sé cómo decirle al rey de esta decisión

—No te preocupes, yo hablare con él, te parece.

—Gracias Keyla, yo sé que tú tienes ese poder de convencimiento, más con él, te aseguro que no dudara en decirte que sí.

—Oye no digas eso, solo soy un simple mujer pidiéndole un favor.

—No eres una simple mujer para él, te lo aseguro.

—Pero que mierda dices, porque dices eso.

Antes de que terminara decir algo más, tocan la puerta, y es el Balduino, cuando lo veo mi corazón se alegra, desconozco aun el motivo, pero solo sé que al estar cerca de él, me genera tal emociones.

—Buenas tardes jóvenes, como te encuentras Keyla.

—Buenas tardes su majestad, me encuentro muy bien, solo fue un desmayo, pero me encuentro muy bien.

—Los dejo debo ir a buscar unos papeles

Se que mentía el Matt, lo miro con cara de que no me dejara sola, pero solo hace una mueca de burla y sale.

Nos quedamos en silencio unos minutos, y lo invite a sentarse en una silla cerca de mi cama. y cuando iba hablar chocaron nuestras palabras, ya que al mismo tiempo hablamos.

—Prosiga Keyla.

—Quiero pedirle un enorme favor, sé que son un poco imprudente, pero le juro que no pediré más nada.

—Lo que usted diga, y si está en mis manos así será.

—buenos no se si lo sabe pero Matt y la joven Amelie se comprometieron

—Si hace unos días me entere de su compromiso.

—ah bueno, quiero pedirle, como sabe dentro de unas semanas tendré que viajar a mi época, y Matt me acaba de decir que pues dadas las circunstancias él se quedara, así que si está en su posibilidad prestarle a Matt y Amelie su palacio para realizar la boda antes de mi partida.

Al decirle mi petición, lo vi suspirar y a la vez agachar su rostro, en unos segundo levanto su rostro y sus ojos azules penetrantes me observaban de manera triste..

—Usted se ira? tomo la decisión?, no lo pensara un poco?

—Ehhh le seré sincera, la verdad no estoy segura, algo me dice que me quede, pero al mismo tiempo pienso en que mi propósito del viaje fue cumplido.

—No quiero causarle algún otra recaída por mis preguntas, ni mucho menos mis cuestionamientos.

Veo que se pone de pie, y me dice—solo le pido tiempo y reconsidera su decisión, por lo demás no se preocupe hablare con ellos, y al boda se efectuar cuando antes.

Sin mediar más palabra, me retire con mi corazón roto, siento que cada día la pierdo aún más, no me recuerda ni mucho menos el amor que sentía por mí, yo quería que fueras para siempre mía. 









La Fecha del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora