Capítulo 28

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 Me encontraba de pie, en el maquina que me llevaría, a la época que pertenezco, pero estaba pasando algo en mi, mis pensamientos estaban dirigidos a una sola persona, "que estoy haciendo" mi razonamiento actuó de forma inmediata, al momento de girarme le grite a Tiberias

—Si joven Keyla, necesita algo

—Si, necesito que me lleve con su majestad

—Pero doctora Keyla que es lo que hace?, acaso perdió su cordura, debemos partir ya!!!

En ese momento me volteo a donde se encontraba sentado el Sr. Martin, lo miro y con el movimiento de mi cabeza, confirmado que no viajaría, le digo —Lo siento, pero me quedare, dígales lo que usted le convenga pero no iré con usted, lo siento!!

Se levanta y me sujeta fuerte mi mano—Pues no me interesa, usted se ira conmigo, es mi misión debo completarla, así que ira quiera o no!!

Trato de zafarme de sus manos, pero me es imposible, cuando se acerca y escucho a Tiberias decirle — Suéltela en estos momentos Martin!!

—No, debe sentarse e irse conmigo en estos momentos, es un trato que quedamos.

—Es cierto, pero le recuerdo que se encuentra aún en tierra santa, gobernada por Balduino IV, y le ordeno que la libere, ya que ella no desea ir, o tendremos que medir fuerzas con mis templarios y soldados presentes aquí.

Me soltó de su agarre, se le notaba en su rostro preocupación, miedo e incertidumbre, —me imagino como se debe sentir, al no regresar con ninguno de los dos, pero mi decisión esta tomada.

—Doctora Keyla, no sabe como va alterar las cosas ahora!!

—Como? Para que nos enviaron para ese mismo propósito, que puedo alterar aun mas, de haber salvado a una persona, y recuperar la paz, de un país que vive internamente en guerras.

—Como quiera!!

Me baje de aquella maquina,  y le digo a Tiberias—Lléveme lo antes posible donde Balduino, por favor.

Me sonríe, —No sabe lo feliz que estará mi majestad con esta noticia!!, suba al carruaje.

—No!! es muy lenta, no se cabalgar pero lléveme en uno de esos caballos, llegaremos mas rápido.

—Si, tome este iré a lado suyo.

Me sube al caballo que me indico, y cabalgamos a toda velocidad, cuando vi una luz que reflejo casi todo el paisaje, el sr. Martin ya había partido, sentí un alivio, de no haber estado allí dentro. 

Mi corazón latía. como nunca antes, entre emoción, nerviosismo, alegría, estaba inundada de emociones, llegamos al palacio, corrí y junto a mi también Tiberias, cuando me tope a Matt, su rostro no mostraba asombro, si no alegría.

—Matt

—lo sabia!!, ríe 

—no te asombras de que este aquí!

—Para nada, sabia que te ibas a quedar, a igual que Tiberias 

Lo abrazo — eres un......pero te quiero, que tienes en esa copa?

—que mas vino.

No deje que ni terminara de decir vino, cuando la tome la copa y me trague todo el vino 

—Key key, waoo tu no tomas

— necesito un poco de valentía

Los tres reímos, —Tiberias me podrá acompañar

—con todo el gusto.

Al llegar a la puerta, uno de los soldados le expreso a Tiberias, —que bueno que este aquí, el rey se encuentra mal, ha estrellado muchas cosas, y no quiere que nadie entre.

—gracias por informarme, pero entrara la joven Keyla.

— Bueno joven Keyla, queda servida, me siento inmensamente feliz por los dos, le puedo dar un consejo?

—claro

—exprese todo lo que sienta, no se guarde nada, se que será muy bien correspondida.

Abrazo a Tiberias, creo que lo tome por sorpresa, pero no me importo—gracias, muchas gracias por todo,

— de nada, pero no pierda el tiempo conmigo, y entre

Respire profundo, tome el anillo, y entre, me encontré todo tirado, cosas rotas o dañadas, y escuche un grito decir —NO ENTIENDEN, QUE NO QUIERO VER A NADIE, LARGUENSEN DE AQUI!!

Escuche que se abrieron las puerta, mi mente esta nublada, mi corazón destrozado, no tengo motivo alguna de hablar con alguien, solo necesito estar solo, pero no lo entiende, esboce mi petición, pero escuche una voz que desea escuchar.

—Pues creo que me tendrá que ver!!

No lo puedo creer, me levanto y camino en búsqueda de la dueña de acaba voz, no puede ser una alucinación, es real?, y al verla esta allí de pie a unos cuantos pies de mi, con su rostro sonriente, me acerque cauteloso, y cuando la tengo tan cerca se que es real, esta aquí, en mi habitación conmigo.

—no lo se si es normal en esta época o no, pero en mi época  debes colocarle el anillo a tu prometida.

La tomo y la abrazo como si no existiera un mañana, a regresado a mi

—No sabes lo feliz que me haces sentir en este momento.

—Todas las que cosas que quiero decir, simplemente no salen de mi boca como deberían, me tropiezo con las palabras, haces que mi cabeza de vueltas Balduino, solo se que te amo.

Tomo con mis manos su rostro, y lo acaricio

—Sé que tú puedes salvarme, ahora nadie más puede salvarme, excepto tú. Mientras que los planetas sigan girando, mientras que las estrellas sigan ardiendo, mientras que tus sueños se hagan realidad, mejor que te lo creas. Yo haría cualquier cosa por tu amor, y estaré aquí hasta el último día de mi vida. Te amo, te he amado todo este tiempo, no me sueltes por favor  y nunca me dejes.

Ella subió sus manos hasta mi mascara, y con cuidado la quito, con sus manos acaricio mi rostro, en ningún momento nuestros ojos se perdieron en otro lado, si no que quedaron los dos mirándose como si nunca lo hubieran hecho, se acerco y pude sentir sus labios juntos a los míos, entre un sabor dulce, a vino, era lo mas hermoso que he podido sentir en toda mi vida.













La Fecha del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora