Prólogo

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No supe lo que significaba que una persona estuviese rota por dentro, hasta que oí como mi propia alma se quebraba dentro de mí. Fue como un cristal al que le dan una patada y se rompe en miles de pequeños pedazos, imposibles de poder ser repararados.

Yo pensaba que el sonido que podría hacer un alma al romperse, sonaba como un grito lleno de angustia y dolor. Pero fue como escuchar chillar al mismísimo silencio.

Dejadme respirarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora