Un plan B, bastardo © [01]

Especial 1M y San Valentin... y todos los demás que vengan, ¿ok?

Escuchen "Dandelions" de Ruth B. para mejor experiencia.

Connor.

—No me gusta este país. —reniega la pequeña rubia que camina a mi lado sujetando tres dedos de mi mano con un gesto fuerte, pero tierno.

—¿Por qué? Tiene muchas luces.

—No tiene paisajes como en casa, papi.

—Aquí nació mamá, Isabella.

—Pero eso no es mi culpa —se queja.

Me río ante el comentario de mi hija y no puedo evitar que me cause gracia el semblante molesto que tiene en el rostro. Bella tiene razón En Australia se pueden ver más paisajes, parques y juegos que aquí, así estés en la ciudad. En cambio, en Nueva York, lo único que veías por las calles centrales eran edificios, edificios y más edificios.

—Pronto volveremos a casa, cariño.

—Ba-ba.

—Ni a mi hermanito le gusta aquí, papi.

Ahora los ojos de mi hija se encuentran en el bebé que está sentado en un canguro pegado a mi pecho. El pequeño castaño tiene los dedos metidos en la boca mientras inclina un poco su cuerpo para ver a la niña que tengo agarrada de la mano.

Bella le lanza un beso al aire a su hermano y este recepciona feliz, dejando salir una risa infantil. El acto encoge mi corazón ante el amor que profesan los hermanos y el recuerdo nostálgico de mi infancia aparece en mi mente por tan solo unos segundos.

—Creo que Lucian quiere regresar a casa.

—No. Lucian dice que a mamá le hace feliz venir de vez en cuando a su casa cuando era niña.

—¿Y el señor que vimos en el desayuno es nuestro abuelo?

—Así es. Es el papá de mami.

—¿Así como tú?

—No, cariño. Yo soy el novio de mamá. Tú y Lucian son nuestros hijos.

—¿Una familia?

—Una familia.

—¿Y Pana Rabbit?

—Él también es de nuestra familia.

—¿Y por qué no está aquí?

—No pudo venir porque sería muy complicado trasladarlo con lo viejo que está, cariño. Por eso se quedó con la tía Nina y el tío Jackson. Pasado mañana volveremos a casa.

Isabella asiente tratando de entender todo lo que digo con calma. Endurece el agarre que tiene con mi mano al notar que muchas personas pasan por su lado. Quito los dedos de la boca de Lucian y busco en su bolso, su chupete.