Un plan B, bastardo © [01]

28. Al fin saliste de tu escondite, mariquita

Presente las que no son débiles:

Advertencia +18 en el capítulo.

—¡Sunny Day, Sunny Day, Sunny Day! —sonrío al escuchar al público proclamar el nombre de la banda una vez bajamos del escenario.

Hoy ha sido uno de esos conciertos donde la gente no ha parado de llegar, hasta incluso ha habido fanáticas que lamentablemente se han quedado fuera por culpa de límite sobrepasado. Carson y Tyler ríen a mi espalda y puedo notar que Jackson se encuentra distraído con su teléfono mientras bajamos los escalones.

Me quito los audífonos y se los entrego a una de las trabajadoras del estadio. Me acerco directamente hacia Olivia, que me recibe con una sonrisa y una botella de agua, pero eso me importa menos que nada cuando rápidamente sujeto su rostro y la beso, hasta el punto de obligarla a sostener de mis hombros por la adrenalina en mi sistema y que no puedo controlar.

Mis manos bajan a la altura de su cuello y acaricio su piel con su pulgar al instante que la rubia intenta mantener el ritmo de nuestro beso. Estoy emocionado y extasiado. No sé por qué. Pero la única manera que tengo de disminuirla es saboreando los labios de mi chica.

—¡Consíganse una habitación! ¡Asquerosos! —gritan a mi lado y reconozco la voz de Tyler para luego sentir el golpe de un objeto blando en mi cabeza. Perplejo por la acción, giro mi cabeza rompiendo el beso y bajo la mirada para ver que se atrevió a lanzarme un cojín, de dónde sea que lo haya sacado— ¡No coman delante de los pobres!

—Envidioso.

—No soy yo quién no puede contener su líbido, puerco. Si van a seguir que no sea delante de gente soltera, por favor.

—Yo no estoy soltera —habla Nina, rápidamente, consiguiendo la mirada de Jackson— No tengo pareja pero si tengo quién me cause unos cuantos orgasmos.

—Me alegra que no tengas frustraciones sexuales, Nina —espeta el rubio, cortante.

—Y a mí me conmueve el hecho que te preocupes por mi vida sexual, Jackson.

Las dos personas frente a mí se baten una guerra de miradas que en cualquier momento puede explotar y causar daños colaterales. Alzo mis cejas, arcándolas, en dirección a Carson y Tyler, y éstos se encogen de hombros sin saber muy bien qué hacer.

Siento el tirón en mi mano por parte de Olivia y la miro para notar que ella también siente la tensión en el aire. Chasqueo la lengua para captar la tensión de las personas que no sé muy bien si quieren matarse o besarse, pero coloco una mano en el hombro de Jackson.

—¿Tú no ibas a verte con alguien hoy? —pregunto.

—Sí. Sólo esperé a que terminara el concierto —responde, apartando los ojos de Nina— Debería irme ya, sino llegaré tarde.