Prólogo

50.2K 3.9K 1.5K
                                        


Reporte policiaco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Reporte policiaco.

Caso: Kang, Ataque salvaje en bosque.

Descripción: El implicado menciona que su omega fue atacado por una bestia del bosque, el cual irrumpió en la casa. No se tienen más datos del caso.

Estado del caso: - CERRADO -

_______________________________

Las gotas de lluvia repiqueteaban en el enorme ventanal de la cabaña donde se estaban quedando, el olor a madera de roble le asqueaba en esos momentos penetrando en lo profundo de sus fosas nasales.

Hacía más de una hora que regresó a ese lugar, el cual fue considerado un refugio y ahora no lo era más; media hora atrás que se había posicionado en ese sofá junto a la chimenea, una que no se había molestado en encender para hacerse uno con el frío ambiente. El dolor dejaba de estar cuando las bajas temperaturas se apoderaban de su cuerpo, estaba bien si él terminaba por transformarse en ese crudo invierno.

El único calor que sentía en esos momentos era el que le proporcionaba la frazada ligera que estaba en sus piernas, eso al menos aminoraba el gélido del exterior, porque su interior se sentía congelado y eso solo podía significar una cosa... Rechazo. Un omega, sin marca, un ser inútil, alguien que ni siquiera su alfa vela por su bienestar.

No, no, no...

Se abrazó a sí mismo intentando reconfortarse, pero todo era en vano, necesitaba de esa otra parte para que le brindara el calor necesario, en su interior se encontraba inquieto y la única respuesta para calmar lo que sentía era su esposo, su Alfa. Pensar en esa palabra solo le causaba más dolor en su pecho, su pobre corazón exigía, no, anhelaba que el frío fuera calmado por quien había jurado quererlo, protegerlo y darle todo de sí.

Lo único que recibió fue una constante de rechazos, el lobo en su interior cada vez se escondía en lo más profundo de su ser, sometido a una orden, oculto entre la oscuridad, intentando conservar algo en contra de su voluntad. ¿Acaso él era el problema? Según lo que dijo el doctor, era un hombre sano, pero eso no evitó que la recomendación para estar mejor y reconectar con su lobo fuera estar en el campo.

Se suponía que el aire fresco de las montañas ayudaría para que su lobo dejara de esconderse, pero ni todos los pinos enormes o las bonitas aguas cristalinas del lago en el jardín trasero de la cabaña podría hacer que dejara de temer al monstruo que vivía atemorizándolo en cada ocasión. Llevaban cuatro meses en Canadá, alejados de todos, al principio fue relajante, pero eso solo dio paso para que el miedo, terror, pánico e incertidumbre crecieran. Justo como iban creciendo las sensaciones repulsivas en su estómago, no lo quería. ¿Por qué la Diosa Luna lo castigaba de esa forma?

Las emociones junto con el poco contenido en su estómago hicieron el efecto que tanto quería evitar, con la poca fuerza que tenía se levantó de su asiento, tambaleándose, aferrando su agarre a la pared para no caer, logró llegar al baño y así vaciar el poco líquido que guardaba en su interior. Los jugos gástricos subían por su garganta hasta salir entre espasmos que lo dejaban agotado. Sus lágrimas cayeron por sus mejillas, odiaba lo que significaba estar ahí de rodillas frente al retrete, su cuerpo no soportaría pasar una vez más por todo eso y su lobo tampoco.

Sweet RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora