IV

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Ser ingenuo debía ser su nuevo seudónimo, porque Jungkook confiaba en que encontraría con facilidad al chico pelirrojo, con la sonrisa más hermosa que había puesto su mundo de cabeza

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Ser ingenuo debía ser su nuevo seudónimo, porque Jungkook confiaba en que encontraría con facilidad al chico pelirrojo, con la sonrisa más hermosa que había puesto su mundo de cabeza. Estaba total e irrevocablemente equivocado si creía que con tener el nombre de él obtendría algo de manera inmediata. Existían nueve millones de resultados en el registro de personas con el apellido Kim, sin contar la extensa cantidad con el nombre Taehyung. Definitivamente, los golpes de realidad te enseñan que lo que te hace único es tu propia personalidad, porque otros aspectos los puedes compartir con millones de personas.

Habían pasado dos tortuosos días desde que lo había conocido, sin tener ni rastro de él, como si la tierra lo hubiese tragado y escupido en otro continente. Sabía que tenía una caligrafía mucho más bonita que la suya porque en el suelo de la habitación encontró tirada una nota con la dirección del parque, donde se llevó a cabo el homenaje.


"Seoripul Park. Sábado 8 AM."

"Tomar la ruta 9"


En un primer instante, pensó que, con la ruta del tren, podría obtener algo de información como si se tratara de un acosador, pero resultó ser un callejón con demasiadas rutas de escape, esa era una de las rutas que se distribuía desde la estación principal hacia varios puntos de la ciudad. Además, sus sospechas sobre aquel alfa en el centro de ayuda fueron acertadas, no le brindó información al respecto. Lo ignoró como si se tratara del portador de la rabia o como si le estuviera hablando en otro idioma.

Quizá el hecho de parecer un desesperado por saber más al respecto de Taehyung le jugó en contra con aquel alfa, quien se notó totalmente renuente a brindarle información, por más mínima que fuera. Comenzaba a pensar seriamente en que debía encontrar una buena excusa para regresar a ese centro de ayuda.

¿Dónde estás?, dime dónde puedo encontrarte

El teléfono de su oficina no dejaba de sonar con llamadas que no había contestado desde la mañana y dudaba que fueran tan importantes, pues siempre provenían de distintos departamentos, pero entendía la razón de ello. Los papeles sobre el nuevo proyecto aún debía revisarlos para que tuvieran su firma. Sentía que la cabeza le palpitaba de solo pensar en todo lo que tenía acumulado, pero su mente no daba para más.

— Me quieres explicar ¿Por qué no contestas las llamadas? – un muy molesto Yoongi se hizo presente en su oficina invadiéndola con su esencia a menta, intensificándose, con su semblante amenazante, definitivamente una imagen poco agradable y mucho más para el olfato de Jungkook. Tenía unos papeles en sus manos y una mirada con la que podría jurar que lo estaba matando de mil formas diferentes, posiblemente escogería hacerlo con sus propios colmillos – ¿Ya revisaste las fotografías del sábado? Necesitamos lanzar esa publicidad. La nueva campaña tiene que estar lista en menos de un mes y las ideas son nefastas.

Sweet RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora