XXXVIII

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La angustia lo estaba consumiendo hasta el punto de desesperarlo, cosa que no era de mucha ayuda porque eso provocaba que cierta bebé en la misma habitación se sintiera incómoda, volviendo a quejarse bajo ante el malestar de su padre omega

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La angustia lo estaba consumiendo hasta el punto de desesperarlo, cosa que no era de mucha ayuda porque eso provocaba que cierta bebé en la misma habitación se sintiera incómoda, volviendo a quejarse bajo ante el malestar de su padre omega. Seokjin observó con cierta inquietud cómo Gyeong pataleaba y se quejaba bajo para llamar la atención, cosa que no podía prestarle en ese momento porque se sentía dividido, con los instintos a flor de piel.

Para Seokjin le era casi imposible no sentirse así, como si le arrancaran un pedazo de sí mismo, se sentía un poco dependiente tanto de su bebé como de su alfa, según su madre con el correr de los días pasaría, en serio esperaba que fuera verdad.

— Moon, asustaras a Gyeong si sigues así – le reprendió Namjoon al sentir a través del lazo la inquietud de su omega, quien no dejaba de observarlo ir y venir dentro de la habitación.

— Quédate.

— No puedo amor, ya se me hizo tarde. Son las nueve de la mañana y se supone que debería estar ya en la oficina.

— Puedes hacer el trabajo desde casa como los últimos días.

El alfa se acercó lentamente hasta donde se encontraba su omega, metido entre las sábanas, haciendo puños con estas. Namjoon no solo era capaz de olfatear la angustia en el omega, también lo sentía en carne propia y por los quejidos bajos de Gyeong sabía que ella tampoco era ajena a la situación, aun estando profundamente dormida.

Dentro de la habitación, a un lado de su cama, se encontraba una pequeña cuna donde descansaba su hija, a quien apenas habían alimentado y vuelto a dormir. La observó por algunos segundos cuidando su sueño y luego desvió la mirada hacia Seokjin suspirando al verlo con ese semblante de reproche al no lograr lo que quería, mas el alfa ya no podía cumplir con sus caprichos.

Se suponía que regresaría al trabajo tres semanas después del nacimiento de Gyeong, cosa que no fue así porque su omega le pidió que se quedara más tiempo y quién era Kim Namjoon para no complacer a su omega en un momento tan vulnerable como ese.

Tenían el apoyo de Jungkook al hacerse cargo del resto del trabajo, mas Namjoon se encargaba de cumplir con el resto de responsabilidades desde casa, en el estudio. Si bien ambos alfas en la oficina hacían un buen equipo, tanto Yoongi como Jungkook tenían sus propias responsabilidades, el menor de ellos, sobre todo, pues al ser un alfa puro no podía evitar tener su instinto un tanto más alerta cuando se trataba de Taehyung. Lo único que le salvaba de convertirse en una bestia impulsiva era que su omega estaba trabajando dentro de la compañía.

Sweet RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora