XXIV

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El nerviosismo en su interior iba creciendo como una colonia de termitas, consumiéndolo por completo, creando su propio hogar en su mente

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El nerviosismo en su interior iba creciendo como una colonia de termitas, consumiéndolo por completo, creando su propio hogar en su mente. Estaba demasiado ansioso porque el tiempo había pasado demasiado rápido para su gusto, se sentía como anestesiado por el correr de los días hasta ese momento, ¿por qué Jungkook debía tener tan buena memoria para cosas como esas? Su alfa podía ser olvidadizo en ocasiones, pero no cuando se trataba de él, y eso englobaba el recordarle de la cita médica, la cual confirmó más de tres veces con Hoseok.

Tenía sentimientos encontrados por saber la verdad de lo que ocurría en su cuerpo, habían pasado cuatro años en los cuales todo fue un total desastre en cuanto a sus hormonas, sus celos fueron irregulares, cuando llegaban podían durar días o bien horas, además del hecho que su lobo ocultaba su aroma, hasta que apareció Jungkook. Tenía un desequilibrio en todo su cuerpo, lo sabía muy bien y era necesario conocer los resultados de sus análisis, esperaba que todo fuera normal.

Habían planificado pasar el resto del día juntos, existían dos opciones dependiendo de su estado de ánimo, el primero había sido pensado por Jungkook, quien le propuso una tarde llena de mimos en su confortable nuevo colchón. La segunda era un secreto pactado entre él y su lobo, quien insistía que sin importar lo que sucediera quería llevar a cabo el plan. Su alfa lo iba a disfrutar, así como ellos.

Jungkook podía percibir su nerviosismo no solo por su olor, sino también por el cosquilleo intenso en su pecho, por esa misma razón era que seguía tomándolo de la mano, dejando besos cada cierto tiempo mientras manejaba. Se había vuelto una costumbre entre ellos que mientras el alfa estaba al volante tomaba su mano todo el tiempo, muy rara vez la soltaba para maniobrar en las calles, eso le daba tranquilidad a Taehyung y solventaba el sentido de protección de Jungkook.

Una vez estacionados en el lugar, ambos se sumieron en un incómodo silencio, el omega no dejaba de morder su labio y como respuesta obtuvo un leve roce de los belfos rosas del alfa contra los suyos.

— Estoy contigo mi sol, no olvides que estamos juntos en esto – le murmuró contra sus labios, esa cercanía cada vez se volvía más confortable y adictiva para Taehyung – dime, ¿Qué es lo que te preocupa?

— Tengo miedo que todo siga igual – Jungkook ladeó la cabeza sin comprender muy bien a lo que se refería –, estar tanto tiempo con Seokjin hyung me ha hecho recordar el tiempo que estuve en cinta – su labio tembló al sentir cómo miles de lágrimas se acumulaban en sus ojos, el alfa acunó su rostro con ternura, expulsando más de su esencia –, quiero poder formar una familia contigo y si me dicen que realmente ya no puedo, entonces yo no ... Se cumpliría mi mayor miedo.

— Mi sol, no tienes que preocuparte por eso – Jungkook conocía esa palabra, siempre que la mencionaba el omega, se le revolvía el estómago, sentía como la bilis iba subiendo por tan repulsiva idea que estaba instalada no solo en su mente, sino también en su corazón –, recuerdas lo que dijimos, sabes que tu alfa está aquí contigo – el omega asintió con su labio abultado y su mirada cristalina – bien, entonces no importa lo que salga en esos resultados ahora y siempre estaré para ti.

Sweet RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora