XIX

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Si alguien le hubiese dicho que, al ir a un evento, el cual se rehusaba totalmente en asistir, encontraría el amor; se habría burlado, riendo hasta quedarse sin aliento, al punto de dolerle el estómago, pero ahora no era así

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Si alguien le hubiese dicho que, al ir a un evento, el cual se rehusaba totalmente en asistir, encontraría el amor; se habría burlado, riendo hasta quedarse sin aliento, al punto de dolerle el estómago, pero ahora no era así. Jungkook tenía la fortuna de despertar junto a su precioso omega envuelto en una burbuja de paz, si su abuelo lo viera en ese momento quizá haría un escándalo, posiblemente terminaría despertando a Taehyung con sus gritos tontos sobre los alfas casándose con otro alfa para traer al mundo líderes verdaderos y mantener la línea de pureza.

Jungkook no podría pedir una vida diferente, estaba más que feliz con observar la tranquilidad con la que dormía Taehyung, joder, él creía que su rutina matutina estaba bien antes, pero que tonto, definitivamente no sabía lo precioso que sería apreciar el rostro del omega en cada amanecer. Hacía ciertos gestos graciosos, como abultar los labios, a veces arrugaba su ceño y en ocasiones, cuando el alfa se acercaba mucho a su rostro, ya fuera para besarlo o deshacer las arrugas de su frente, lo escuchaba murmurar, llamándolo.

¿Por cuánto tiempo hizo aquello antes de conocerse?, o era volver a encontrarse. Eso ya no importaba, no cuando lo tenía frente a él. Ahora su llamado siempre sería escuchado, su lobo no pasaría más noches en su búsqueda.

¿Cómo es posible que seas tan hermoso, mi sol? – Taehyung se removió entre sueños, apenas quejándose por las constantes caricias que dejaba el alfa en su rostro – ¿eres real?

Cuando su padre aún vivía, le contó la leyenda de las almas destinadas, esas que pasan buscándose el uno al otro de vida en vida, pero las historias se terminaron el día que se quedó solo en este mundo, junto a su abuelo. El viejo alfa se encargó de criarlo de una "mejor manera" decía que el padre de Jungkook fue la vergüenza de la familia al casarse con una omega y cada que mencionaba el cuento de los destinados, su abuelo se encargaba de recordarle que eso solamente eran leyendas, cuentos para dormir.

"Los destinados solo traen dolor, Jungkook-ah. Tu padre es la prueba de ello"

Su abuelo era la única familia que le quedaba, no tenía tíos porque su padre, al igual que él, era hijo único. El temperamento del alfa mayor era un tanto frío y reacio a dar muestras de afecto, por lo que su niñez se llenó de miradas frías, sin embargo, las enseñanzas de sus padres fueron más fuertes que cualquier educación. De hecho, su lobo no tenía especial aprecio por el anciano, era extraño su comportamiento, como si existiera algo más entre ellos. Para Jungkook eso solo simbolizó no perder su propia esencia al dejarse guiar por su animal interno y no aceptar las imposiciones alfistas.

Una calidez invadió su pecho al sentir un cosquilleo leve, haciéndolo regresar a la tierra, donde era admirador de Taehyung.

— Baek Siu – murmuró mientras acariciaba el cabello castaño de Taehyung, el cual cubría su rostro por lo largo que estaba – ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti? ¿Qué clase de hechizo lunar me has hecho?

Sweet RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora