En una sociedad donde los lazos son tradiciones arcaicas,Kim Taehyung es un omega tierno y lleno de miedo hacia los alfas, eventos traumáticos, experiencias pasadas lo harán parecer vulnerable.
Jeon Jungkook un alfa puro que sale de los estereotipo...
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La mezcla entre ambas esencias había formado una aura única entre los cuerpos que estaban dentro de la habitación, el silencio bastaba para ser el único testigo de lo que sucedía. Un suspiro profundo fue lo único que chocó con el eco de las paredes, acompañado de un pequeño gemido de satisfacción ante el tacto de las manos, bajando por el recorrido de su espalda, hasta llegar a sus muslos, los cuales seguían cubiertos por ropa.
¿Cómo era posible sentir tanto con una barrera tan grande?
Todo era demasiado íntimo, más de lo que Taehyung podría imaginar estar sintiendo, no hubo queja alguna cuando Jungkook cambió de posiciones, colocándolo de manera delicada sobre el colchón de la cama, se estaba imponiendo sobre su cuerpo de una forma para nada intimidante, él solo se dejaba hacer bajo las grandes manos del alfa.
El rubí ardía cada vez más en sus ojos, intensificándose, devorándolo centímetro a centímetro, no perdiendo detalle de cada movimiento que provocaba; sus labios estaban levemente separados, exhalando un aliento cálido que jugaba a ser el conductor de corrientes eléctricas por todo el cuerpo ajeno.
El alfa había descubierto un nuevo placebo para su deseo, siendo su lengua la receptora de toda esa esencia que emanaba de cada poro, saboreando al omega de esa forma, dejando que sus papilas le hicieran agua la boca, degustando al contrario en su saliva al tragar.
Taehyung sentía cómo el rubor subía a sus mejillas, la intensificación de su propia esencia llenando sus pulmones en una combinación armoniosa con la del alfa. El asombro en el mar rojo frente a él fue más evidente, al momento en el que el omega abría sus piernas, colocándose en forma sumisa, dándole más espacio a Jungkook, sus manos se hicieron puños sobre las sábanas al ver atentamente cómo el contrario quitaba el resto de botones de su camisa, dejando la vista más tentadora y majestuosa. Taehyung hizo el intento de quitar por completo la prenda, pero la mano del alfa detuvo sus movimientos.
— No – murmuró Jungkook más para sí mismo que para el omega, quien lo veía incrédulo, se inclinó hasta apoyar su frente con la contraria, logrando que sus narices se encontraran en leves roces. Taehyung trató de alejarlo para buscar sus ojos, pidiendo una explicación –. No, por favor...
Eso sí, iba dirigido al omega, no pudo articular más, se estaba conteniendo demasiado en medio de un celo. Taehyung no se rindió, llevó sus manos hacia los hombros tensos del alfa, el tacto fue como un calmante, pues apenas había entrado en contacto, sus músculos perdieron cualquier rastro de resistencia. Con cautela dejó caricias leves por la piel desnuda, bajó lentamente por el pecho hasta llegar al abdomen donde se dejó deleitar de la firmeza.
Por favor, no podré contenerme.
Las caricias no cesaron, Jungkook había perdido su lucha por resistirse y se dejó llevar por cada roce, relajándose. Se separó un poco de Taehyung mirándolo desde arriba por algunos instantes. En serio, no podía creer que algo como eso le estuviera sucediendo, inclinó su cabeza sobre el pecho ajeno, sintiendo las caricias en su cabello, los dedos largos, masajeando lentamente sus hebras oscuras. Jungkook inhaló profundo sobre la piel expuesta, esa que le había sido entregada apenas unos minutos atrás. Recorrió en línea recta desde el esternón hasta llegar al ombligo, dejando leves roces con sus labios y su nariz en la piel tersa.