XIII

25.6K 2.3K 2.2K
                                    

Las declaraciones de amor eran algo que desconocía, pero desde esa noche, cuando su lobo decidió tomar control de él reclamando al alfa, tenía demasiadas emociones encontradas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las declaraciones de amor eran algo que desconocía, pero desde esa noche, cuando su lobo decidió tomar control de él reclamando al alfa, tenía demasiadas emociones encontradas. Sin embargo, los días junto a Jungkook lo hacían más llevadero, utilizando menos la razón y más el corazón, porque desde esa noche que aceptó a quedarse en casa, con él y Eunyeong, se había empezado a formar un vínculo mucho más fuerte con el alfa. Su lobo ronroneaba cada noche entre los brazos de Jungkook, siempre terminarían teniendo conversaciones sobre su día antes de dormir y todo culminaría con un tierno beso en su frente, prometiendo volver a él.

"Espérame para el atardecer"

Taehyung a veces se preguntaba si todo se trataba de una construcción de su imaginación, pero el amanecer impregnado con el aroma del alfa le dejaba más que claro que todo era real. ¿En serio merecía todo eso?, cada día esa pregunta se confirmaba, Jungkook siempre le demostraba que estaría para él, sin importar nada. Le encantaba la manera en la que el alfa le recordaba lo maravilloso que era al hacer, incluso hasta la más mínima cosa. Amaba escucharlo, decir lo bonito que se veía cada vez que Taehyung aparecía frente a él con manchas de pintura, no lo presionaba para saber lo que pintaba a Jungkook, le bastaba con saber que aquello le hacía feliz para halagar su trabajo, mencionando que no importaba lo que fuera, ya que todo lo que provenía de Taehyung era clasificado como arte, el alfa era idílico y en ocasiones le asustaba cuando su lobo se volvía tan posesivo, dejando marcas de toda clase en el cuerpo ajeno.

No quería perderlo, ese alfa se había vuelto suyo, solamente de él y para él. De ahí la razón por las que pequeñas marcas violáceas o rojizas se volvían parte de la piel del alfa.

"Si sigues así no tendré más opción que utilizar bufandas", esas habían sido las últimas palabras de Jungkook la noche anterior al intentar evitar ser marcado de nuevo. Su lobo había percibido cierto aroma extraño en su alfa, un tanto más dulce y muy empalagoso. No era como la vez que tenía la marca de olor, pero eso no cambiaba el hecho que se volviera posesivo queriendo marcarlo.

Mío.

Durante el día, Taehyung se encargaba de cuidar de la omega mayor, el alfa iba a la compañía para cumplir con su trabajo, le hacía una videollamada durante la hora del almuerzo, que era parte de un trato entre ellos para no dejar pasar las comidas, además, era una forma bonita de no extrañarse tanto. De esa manera Jungkook distraía a Taehyung al comer, el omega no se preocupaba por contar cuantos bocados llevaba a su boca y se concentraba más en los halagos que recibía.

"Mira qué hermosas mejillas, me encanta verlas cada que sonríes"

Por la noche, Jungkook siempre regresaba a las seis, ni un minuto más de esa hora, y si lo hacía siempre era porque se detenía para comprar la cena o bien porque el tráfico lo retrasaba; de lo contrario ya no se demoraba más tiempo en la salida de cada final de jornada laboral. No podía perder ni un minuto porque siempre que pasaba por esa puerta era recibido con un saludo caluroso al llegar a casa, Taehyung con el pasar de los días lo abrazaba de manera más efusiva y eso le encantaba. Luego de disfrutar de la cercanía del otro, se encargaban de preparar la cena, o bien simplemente servirla, compartían anécdotas del día junto con la omega mayor y a la hora de dormir se acurrucaban en la cama de Taehyung.

Sweet RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora