El principe Min Yoongi caminaba de un lado a otro con sumo nerviosismo, era el día del examen imperial, sabía que su esposo estaba participando, asi que no podía descansar por querer saber como le había ido a su amado, con ayuda de su doncella Mijoo, se ayudaba a sostenerse, el vientre le pesaba demasiado y aunque quisiera acostarse, descansar, no podía.
—Principe—le habló su doncella con una noble sonrisa—, hace mucho que está caminando de un lado a otro, es mejor que ya se tome un descanso.
—¿Cúanto minutos han pasado?—preguntó de nuevo.
—Ya pasaron 30 minutos, descanse, se lo suplico.
Yoongi afirmó y se sentó con sumo cuidado. Sabía que ingresarían principes e hijos de familias poderosas, personas que estudiaron desde que era pequeños y clases especiales para que llegaran a trabajar como ministros en el palacio en un futuro.Aunque claro, Taehyung solo buscaba ser maestro y no planeaba estar en un puesto tan alto, Yoongi le había dicho que era mejor así, tenía menos problemas con gente déspota.
El omega se empezó a dar aire con un abanico, aunque el invierno pronto empezaría, el sentía que estaba haciendo calor aún en esa temporada. Su doncella escuchó alguien llamar la puerta, sabía que era la fruta que había pedido, Mijoo fue abrir con cuidado y tomó el plato de mandarinas, las cuales habían traido desde el extranjero debido a que su amo le gustaban demasiado y el Rey no pensaba en gastos para consentir a su hijo menor. La beta depositó aquel plato con sumo cuidado frente la mesa baja de su amo y empezó a pelarlas, consideraba que su amo no debía hacerlo, porque podía pelarse los dedos y era un principe. Aunque solo era ganas de mimar a su amo, no es como si hubiera una ley que indicara que hiciera algo así.
—Escuché que su tía Honey será abuela, que la esposa real de su primo Dohwan está esperando por fin un bebé—sonrió aquella beta mirando con suma emoción a su amo—. Hizo bien en casarlos, principe. Tienen una relación muy bonita ellos dos.
—Por supuesto que hice bien. La chica era bonita—exclamó Yoongi que enarcó ambas cejas con orgullo—. Era mejor lejitos que cerquita. Además mi primo ya necesitaba una esposa y la joven necesitaba una segunda oportunidad, era perfecto. Ahora ella es feliz con su hermanita y se que mi tia la cuida bien.
—Amo ¿Aún piensa que el joven Kim podría fijarse en alguien más?—preguntó dudosa—. He visto que solo tiene ojos para usted, incluso cuando estuvo la chica Susy, ni siquiera cruzaron miradas ni palabras a pesar que él sabía de su existencia. Otros hubieran muerto por ella...como el desperdicio de su hermano—exclamó de último con cierto mal humor.
Yoongi soltó una suave risilla al escuchar la queja de su doncella, tomó un pedazo de mandarina que ya estaba pelada y lo ingresó a su boca, masticó con cuidado bastante pensativo y sonrió.
—Tienes razón, mi esposo no tiene ojos para alguien más. Lo sé; pero aún así...es dificil pelear contra mis propios pensamientos negativos. Además, sabes que no tengo la mejor confianza en mi rostro...tiene una cicatriz y muchos la consideran horrorosa y temen acercarse a mí. Se que mi el joven Kim me ama de alguna forma y-...
—Amo, le ha hecho tres hijos—sentenció Mijoo terminando de pelar la mandarina y recogió la cascara—. Creo que eso es suficiente.
—Los hombres pueden hacerle hijos a las mujeres sin amarlas y después dejarlas a su suerte. Nunca hay una expeción ni es una seguridad de que tendrás a un hombre a tu lado o lo atarás con un hijo—respondió haciendo una mueca—. Debería confiar más en él ¿Cierto?
—No se porque no lo está haciendo—le aconsejó ella ofreciendo una dulce sonrisa—. Incluso ya lo marcó.
—¡Ah!—el omega se dio suaves golpes en el rostro sobresaltando a su doncella—¡Min Yoongi, que estás pensando!—se regañó a si mismo—. Debe ser a causa del embarazo—chilló apenado.

ESTÁS LEYENDO
Taegi||King omega.
Fiksi PenggemarMin Yoongi es un príncipe importante de la dinastía Joseon. Sin embargo, ha sido criado mediante caprichos y siempre ha tenido todo lo que quiere en su vida y su padre le ha conseguido cualquier cosa que le ha pedido. Se sabe que ha mandado a matar...