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El Rey Ji-Sub contemplaba el ataúd de su madre, las demás concubinas lloraban desconsoladas ante la muerte de la Reina Viuda, Bae Susy también, por lo menos fingía para no levantar sospechas. El Rey contempló el cielo mientras la lluvia caía con fuerza, la enfermedad de su madre se había deteriorado, ahora solo le quedaba su esposa e hijos, se giró a ver a las concubinas y a la Reina Consorte. Bae Susy se acercó al Rey, quien la tomó de la mano, frotando su mejilla sobre la palma de ella, su esposa solo contuvo las ganas de quitar su mano.

—¿Mamá no sufrió? pensé que descansaría bien en ese lugar.

—Su madre murió durmiendo, su alteza, dicen que es la muerte más bonita que puede un humano tener—comentó forzando una sonrisa.

—Gracias por haber estado a su lado y apoyarla.

—Era mi deber, su majestad—la mujer contempló a las demás consortes, muchas de ellas estaban allí porque fueron tomadas por Ji-Sub a la fuerza y otras ya estaban antes de que el hombre tomara el trono a la fuerza, mucho de esos hijos habían muerto, por enfermedades y de las nuevas, se encargó de que no tuvieran hijos, por ordenes de su señor. Min Yoongi, ya que su alteza el cuarto principe, no quería tener que matar a un niño para romper el linaje de aquel hombre.

Había cumplido todo, pronto encontraría su libertad.

—Ve a descansar, has estado en velo estos tres días.

—Su majestad, supongo que la fiesta...no se podrá hacer ¿Verdad? por la muerte de la Reina Viuda.

—¿Pero qué dices? ya faltan cuatro meses para esa fiesta, es en honor a mi tercer año en el poder, es una fiesta que se hará a lo grande, un mes será el luto para madre, me duele el corazón que ella no haya podido disfrutarlo.

—¿Qué hay de la princesa Sohee? escuché del médico que está muy mal.

—Pobre de mi hija, después de perder sus tres hijos anteriores, su salud se deterioró—musitó con tristeza—, ve a visitarla. Tengo muchas cosas que hacer de trabajo.

—Lo haré, su majestad. Me retiro a descansar a mi palacio.

Ji-Sub afirmó y Susy quitó su mano, contempló a las 25 concubinas y rió ladina para caminar entre ellas, quienes se levantaron para tener que hacer una reverencia.


Kim Taehyung ingresó al cuarto de Min Sohee, notando a la mujer que se mantenía sentada sobre una silla de madera vieja, haciendo unos calcetines de bebé, ya ni siquiera parecía estar en sus cinco sentidos, el alfa frunció el ceño y desvió la mirada sin entender porque había sido llamado a ese cuarto, no soportaba el aroma de ese lugar.

—No tomaré mucho de tu tiempo—dijo ella dejando aquellas prendas sobre la mesa donde tomaba el té.

—¿Qué desea de mi, su alteza?

—Deberías ser mas calmado con una mujer que ya esta al borde de la muerte—musitó ella desviando la mirada—, debes haber oido de parte del médico que me quedan poco tiempo de vida.

—Lo escuché.

—Debes estar feliz ¿No?... que moriré.

—Si cree que soy una persona tan despiadada para celebrar una muerte, no es así. El dolor que causó, no se podrá pagar con la muerte suya, princesa.

—Yo no maté a tus hijos, no tenía ni idea de lo que padre iba a hacer esa noche. Supongo que estoy pagando por los pecados de mi padre.

—Pero no era ajena tampoco, princesa, usted sabía que su padre buscaba el trono.

Taegi||King omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora