Taegi||King omega.

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El Rey Min-Sik había tenido que ir a la frontera, acompañado de su hijo primogenito, ya que en la frontera, algunos rebeldes estaban dando problemas y era mejor detenerlos a tiempo, siempre habría gente digustada con el reinado, revoltosos que no estaban cómodos con nada. Aunque en el mandato del Rey actual, no siempre sucedían estas situaciones, él pocas veces se había presentado al pueblo en todo su reinado, unas 10 veces; pero era amado por su pueblo, ya que la mayoria estaban felices con su gobierno. El comercio era bueno, la economía iba mejorando, entre muchas mejores del país.

Min Yoongi se había ido a despedir de su padre, había pasado dos meses desde el nacimiento de los mellizos, el Rey fue a visitarlos al dia siguiente cuando se enteró y parecía complacido por sus nuevos nietos. Asi que le prometío que regresaría antes del 6 mes de los bebés, para que estuviera presente cuando mostraran a los cachorros a los demás.

Le preguntó a su hijo, quien podía dejar como sustituto y Yoongi le recomendó a su hermano Gong Yoo, su padre al confiar en la palabra firmes del rubio, afirmó con una sonrisa, dejando al segundo hijo al mando, quitando el poder a la Reina Consorte, que era la que se supone que debía reinar mientras él y el principe heredero no estaba. Por supuesto que aquella noticia a la Reina no le agradó mucho y ya tenía un plan para sacar a Min Yoongi del palacio mientras el Rey no estaba.

El cuarto principe se encontraba descansando, viendo como su hijo Woozi, contemplaba a los dos cachorros, que dormían en sus cunas, la madre de crianza del primer principe, contemplaba con cariño aquella escena, mientras la cuidadora de cada bebé, se mantenían detrás de ellos.

—¿Te gustan muchos tus hermanitos?—preguntó Yoongi a su primer hijo, quien le miró con ojos maravillados y brilloso,llenos de alegria.

—¡Helamnitos, yo los plotegele!—exclamó el pequeño extendiendo sus brazos a los lados.

—Ven aquí—ordenó su padre con un movimiento de su dedo indice, el pequeño afirmó y corriendo con sus pequeños pies, se acercó a su padre, el cual lo cargó hasta sentarlo sobre sus piernas, el principe arregló el cabello del más pequeño, soltando un suave suspiro—. Saliste con los cabellos dorados como tu padre, te sentirás diferente a medida que crezcas, debes ser fuerte.

—¡No impolta! polque me palezco a papi—comentó Woozi ofreciendo una tierna sonrisa.

Yoongi miró con sorpresa a la nodriza, quien sonrió orgullosa, ya que estaba educando muy bien al pequeño principe.

—Por supuesto que sí, mi pequeño Sol. Papi te ama mucho—el omega le ofreció un beso sobre la frente.

—Principe Woozi, es hora de sus clases, despidase de su padre y hermanos—le ordenó la anciana.

—Adiosh Papi—dijo el pequeño dando una despedida de respeto, agachó su espada, en 90 grados, dejando en claro su aprendisaje—Min Yoongi no se pudo sentir más que orgulloso, el pequeño se acercó a sus hermanitos y sonrió—¡Hemalnito Hyunjin, helmanita Yeji!—exclamó este con una gran sonrisa.

Al terminar de despedirse, salió corriendo en dirección de la nodriza, la mujer abrió la puerta con cuidado, las cuatro sirvientas personales del pequeño, le saludaron con respeto y lo siguieron cuando el cachorro se empezó a ir. Yoongi soltó un largo suspiro, ver crecer a su hijo le hacía darse cuenta que iba envejeciendo. Bueno, ya había dado 3 hijos a la dinastia, era algo de lo cual sentirse muy feliz y con la cabeza en alto, pero no siempre los niños llegaban a adulto ya sea por alguna enfermedad incurable.

Mijoo ingresó al cuarto con el té del principe, ella lo dejó con cuidado sobre la mesa, Yoongi contempló a su doncella, pensando que ya se le había pasado el tiempo a ella para casarse, ya no era muy joven que se dijera y muy mayor, no cualquiera la iba a querer tomar como esposa, hizo una mueca, pensativo.