Taegi||King omega.

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Los ministros hablaban en voz alta y alterados ante la noticia sobre que encontraron el cuerpo del General Militar, que había sido hayado a orillas de un camino luego de haber salido de una casa de Gisaengs, atacado por lobos salvajes hambrientos, el lugar era un caos y Ji-Sub solo se mantenía quieto sobre su silla, escuchando a cada uno, que buscaban que hacer al respecto, si un general Militar, podían tener problemas con los soldados y debían saber manejar bien al ejercito.

—¿Qué haremos?

—No hay mucho que hacer—interrumpió Jisub golpeando la mesa a su par, los presentes le contemplaron en silencio y con temor—, debemos buscar a alguien que lo sustituya. Es una lástima que haya terminado de esa forma ¡Que vergüenza!—Ji-Sub había notado al ahora segundo ministro, Kim Seokjin en silencio, por lo que enfocó su mirada en aquel joven inteligente que siempre encontraba soluciones a sus problemas—, Segundo Ministro Kim, escuché que su hermana era la mano derecha del General Soohyuk—aquel joven afirmó con una noble sonrisa.

—Asi es, su majestad. Mi hermana había sido escogida como una de las sucesoras, los soldados la respetan y admiran mucho, es una gran guerrera.

—Bien, entonces no hay mas que decir, desde hoy decreto a la Joven Kim Jisoo como la nueva General Militar de esta nación.

Una sonrisa victoriosa se formó en rostro de Seokjin, quien se hincó en forma de agradecimiento hacía aquel hombre, era tal como su señor el cuarto principe lo había dicho. Habían llevado esos años, con paciencia y espera, el plan formulado por aquel hombre, por fin, la derroca para su majestad Ji-Sub, estaba pronto a venir.

—¡Muchas gracias su majestad por tan glorioso honor, prometemos cumplir sus expectativas!

Ji Sub sonrió y señaló a los demás ministros con rostro orgulloso. Aunque los ancianos no parecían demasiado gustosos por aquella desición ya que ese joven había ascendido demasiado rápido e incluso era uno de los principales consejero de su majestad, la envidia y el poder era mas fuerte para ellos que admitir que Kim Seokjin era astuto e inteligente y sabía donde caminar.

La Reina consorte contempló a su hijo que jugaba con las nodrizas de aquel palacio, ella escuchó el aguila llegar, el cual se posó sobre su puesto, dejando ver un pequeño papel en su pata, la mujer lo tomó con rápidez y lo abrió, ofreciendo una sonrisa de felicidad al darse cuenta que el plan llegaba a su etapa final. Por fin podría ser libre e irse del palacio con el hombre que si amaba.Él, al principio quiso dejarla al enterarse que se había convertido en la amante de otro hombre; pero si no fuera por Min Yoongi que lo convenció, ella tal vez no hubiera soportado todos esos años en ese lugar.

—Que divertido—musitó ella tirando el papel a las brasas del calentador, el invierno estaría por llegar—, hice bien en seguir a mi señor, todo se ha ido cumpliendo...que mesticuloso—ella logró ver a la princesa Sohee muy deprimida y sobre su palanquin, estaba más delgada e incluso escuchó que dejó de comer por la ausencia de su esposo que había partido hace tres semanas al palacio de caza y visitar a sus padres.

La Reina Consorte se levantó y caminando se dirigió a la puerta de su palacio, los presentes al verla se hincaron con respeto, incluso el palanquin se tuvo que detener.

—Ah...—Sohee miró a su izquierda viendo a la hermosa mujer y rió con amargura al recordar que ella era parte de la causa de la muerte de su madre—¿Tengo que hincarme siempre que la veo?

—Es parte del protocolo del palacio, princesa Sohee, debería hacerlo. Pero porque la veo muy deteriorada, ignoraré las reglas por hoy. No se ve muy bien, supongo que su esposo no le ha escrito, ser una esposa abandonada da mucho de que pensar.

—¿Lo dices tú? padre consigue cada dos semanas una nueva concubina, tiene treinta cinco amante, lo único que tienes es el titulo de Reina consorte y sentirte orgullosa por haberle dado tres varones al trono.