Taegi||King omega.

[19]

Yoongi alzó el rostro, viendo como unas hojas de árboles empezaban a caer, dejando a la vista sus colores rojos, el omega sonrió y contempló a su sirvienta personal, hace cuatro meses había contraido matrimonio y aunque aún no parecía gestar un bebé, no sabía si su aumento de apetito era por el mismo ataque de ansiedad, claro que Mijoo trataba de reducirle las comidas, dado que no tenía un control él mismo.

—Ah, es en serio lo único que he hecho es engordar...¡pero no por un bebé!—gritó molesto el omega con un puchero al final—¡He leido los sintomas cuando uno está esperando un hijo! ¿Dónde está mis vomitos, mi mareos, mi debilidad, el asco? ¡Ah!—gritó con más furia, sobresaltando a sus servidores—¡Acaso no puede servir bien ese pene que tienes entre las patas, alfa!

Taehyung que iba regresando temprano de su trabajo, frunció el ceño y miró a la ayudante del principe, ella al verlo, tragó duro, Min Yoongi se encontraba de espaldas,viendo un árbol y parecía que reclamaba a este.

—Ah...principe—susurró la chica con preocupación que el esposo de él, escuchara aquellas quejas.

—¡Solo me lo metes una y otra vez!—siguió Yoongi de espaldas, sacando toda su molestia—Y no digo que no me guste, oh joder, es sensacional ¿Pero donde está el bebé? ¡Un maldito bebé te estoy pidiendo! ¿Acaso debo exprimirte hasta que saques todo eso que tienes adentro, llamado semen? ¡Si fuera por mí, te montaría todos los días!

Mijoo cubrió su rostro chillando en bajo mientras Taehyung solo mantenía un semblante serio, sus manos tras la espalda y escuchando, sus ceja derecha estaba enarcada.

—Principe...ya detengase—pidió la chica muy preocupada.

—¡Si tienes ese dotado pene entre tus piernas, usalo para algo bueno! ¡Son 18 cm cuando está duro, no solo es meterlo, debes preñarme, eyacular en mí una y otra vez! ¡Si no de nada sirve! ¡Si no fuera porque me gustas y eres mi alfa, ya hubiera mandado a decapitar tu cabeza dejarte como un Eunuco! ¡Mijoo, vamos a-....—Yoongi se giró para seguir reclamando y al ver a Taehyung, se quedó quieto, paralizado—, Joven Kim.

—Usted siga, no se detenga por mí—comentó con suma tranquilidad su esposo—, estaba en la parte que me dejaría como un Eunuco.

Yoongi soltó un chillido y corrió a su cuarto a esconderse, cerrando de un golpe la puerta.

—¡Amo, amo!–gritó Mijoo levantando su falda y corriendo donde el príncipe para ver que podía hacer y que superara la vergüenza de ese momento.

Taehyung solo se dio suaves golpes en el cuello para mirar a su alrededor, notando a las doncellas que le miraron de pie a cabeza y sin decir más, se dispersaron.

—¿Pero qué está mal con él?—exclamó preocupado, miró a su soldado y Eunuco, quienes se cohibieron de hombros—, vamos.

Sus ayudantes afirmaron para ir al cuarto del Consorte y este pudiera descansar un rato.

Yoongi daba pataletas y chillaba mientras mantenía su rostro cubierto con la almohada, la doncella le miró una y otra vez, bajando por último la mirada.

—¿Por qué no me dijiste que mi esposo estaba detrás? ¡Ah!

—Se lo dije, no me prestó atención—reclamó ella con un puchero.

—¡De seguro pensará que lo odio! o que estoy enojado con él yo-...

La puerta del cuarto fue tocada, Yoongi se sentó rápido, arregló sus cabellos y tomó un libro, para fingir que leía—Pase—ordenó Mijoo—la puerta se abrió, ingresando Taehyung, quien miró a su esposo y ofreció una sonrisa, la doncella para darles privacidad, se fue alejando en silencio. El rubio pasó la página del libro, fingiendo normalidad.