Taegi||King omega.

[25]

Yoongi se encontraba dando su baño en aquella mañana fria, jugaba con el pato de madera que usaba siempre en su tina, hasta que se dio cuenta que le faltaba la parejita, que había mandado hacer para que su pato no se sintiera solo. Mijoo que depositaba la toalla con cuidado, le contempló.

—Mijoo, me falta un pato de madera—le avisó el rubio con un puchero en la boca.

—Oh...¿Dónde lo habré dejado?—se preguntó la chica que salió del cuarto de baño.

Yoongi suspiró para salir de la tina con mucho cuidado, al tocar la madera mojada, quiso ver sus pies; pero su enorme vientre de 9 meses se lo impidió. Vaya, parecía una pelota, se dijo a si mismo para caminar a la toalla, en eso sintió un dolor en su parte baja, un liquido transparente se derramó entre sus piernas, el omega soltó un suave quejido para mirar rápido a los lados avergonzado—Ay no ¿Me hice pipi de nuevo?—chilló para agarrar un poco de agua y lavarse rápido y para ocultar aquella evidencia y el olor que se diera, tiró agua caliente muchas veces al suelo.

La puerta del cuarto se abrió, ingresando Mijoo ya con la pareja del pato de madera, viendo a su amo que se enrollaba la tela sobre su cuerpo en suma tranquilidad, la chica sonrió dejando aquel objeto sobre el agua y empezó a secarlo con mucho cuidado con ayuda de otra compañera.

—Hoy es el cumpleaños de la Reina consorte–comentó la jefa de las doncellas de aquel palacio—. ¿Piensa ir? ya que el Rey lo invitó.

—Aunque no quisiera, no puedo decepcionar a padre—afirmó el cuarto príncipe que se giró mientras sentía la tela secar sus manos, Mijoo al terminar de dejarlo preparado, ya su piel quedando un poco húmeda, tomó la bata de seda y lo cubrió con mucho cuidado, atando por la cintura sin ejercer presión–. El Rey dice que si voy, demostraría madurez de mi parte, sabe que nunca me he llevado bien con la Reina consorte; pero solo hago esto para complacerlo.

—Ah, el lugar de la fiesta queda en el salón Real ¿Cómo subirá todas esas escaleras con ese vientre? además ya en estas semanas nacerá su hijo.

Yoongi soltó un suave quejido al sentir un dolor suave en su parte baja, inhaló y exhaló para mentalizarse que solo era parte de los nervios.

—Si, el médico dice que en cualquier semana del noveno mes puede nacer...ya es la segunda semana, estoy demasiado nervioso...¡Ah!—se quejó un poco adolorido.

—¿Amo, sucede algo?

—Habrá sido una patada de mi hijo—dijo con una suave sonrisa, empezó a caminar en dirección de la puerta e ingresó a su cuarto, las doncellas que lo esperaban allí, ya estaban con una bandeja con las partes del hanbock de su amo, aunque había varias por si el príncipe decidió utilizar de otro colores—¿Cúal sería mejor?

—Escuché que la Reina iría de Morado, si quiere ser más llamativo que ella, sería un amarillo—comentó una de las doncellas con una ceja enarcada, Yoongi al escuchar aquello frunció el ceño, se fue acercando a la chica, se sorprendió por lo atractiva que era.

—¿Y tú quién eres?—preguntó Yoongi que se cruzó de brazos algo interesado por la doncella—¿De dónde viene esta sirvienta?

—¡Mujer, quien te dio permiso de hablar!—exclamó Mijoo con unos ojos muy expresivos de amenaza, la chica que había hablado, se inclinó rápido—¡Tú nombre, rápido!

—¡Me disculpo, he sido irrespetuosa!—suplicó aquella joven—Soy Bae Susy, cuarto principe, me mandaron para enseñarle el nuevo hanbock que le hicieron en el taller de costura, es este que llevo conmigo, está bordado con hilo de plata, la tela de un color que refleja el dorado, fue hecho para un príncipe como usted que resplandece cada mañana.